—Hoy
hay mucha confusión y mucha mentira. La gente empieza a hartarse y a desconfiar
de todo lo que le digan, hasta tal punto que ya cuesta creerse incluso lo que
se lee en los periódicos y lo que te dicen por la tv —añadió Manuel.
Y volvemos al mismo lugar, detrás de
todo esto hay grandes poderes económicos y políticos – poderes extra nacionales
– que estaban, y continúan. Interesados en que en España hubiese un cambio
radical. Un cambio rotundo de régimen. Está claro que hubo complicidades que
están todavía en un túnel oscuro de la historia, porque lo sucedido desde el
asesinato de Carrero Blanco no es algo accidental o espontáneo. Fue algo
organizado con tiempo y bien preparado, pues una operación de esa naturaleza no
se improvisa.
Posiblemente, la guerra continúa
todavía, pero una guerra de nuestro tiempo, con los medios de comunicación, con
las redes digitales, con todos los medios de estos tiempos que tratan de
manipular y educar el pensamiento de los hombres y mujeres de este tiempo. Y no
nos resulta tan disparatado cuando hay autores que ya lo han intuido o
imaginado, aunque de manera distópica en su época y que hoy parece que estaban
en lo cierto. El gran poder – económico y político – quiere controlar el mundo,
y ello supone y exige controlar la mente humana. Educarlos de una manera
programada e hipnopédica.[1]
Parece que hablamos de un mundo irreal
y fantástico, pero los hechos nos están demostrando que son más reales que
ficticios. De cualquier manera la historia los irá descubriendo.
—¿Quieres que te diga algo?, Manuel.
Me siento como vigilado, presionado y como si quisieran dirigirme, quitarme la
facultad de pensar y de vivir según mis criterios, que equivocados o no, son
mis criterios y lo que yo pienso. ¡Claro, siempre en orden a buscar la verdad y
la justicia! ¡Nunca de manera arbitraria, anárquica y buscando mis intereses
sin mirar y tener en cuenta los de los demás!
—Un bue pensamiento y planteamiento,
Pedro.
Manuel miró su reloj. Se nos van las horas y llega el
tiempo de dejarlo por hoy. Se acerca la hora de cumplir con otras necesidades
que también son necesarias para la vida y para continuar el camino. Lo dejamos
por hoy y mañana será otro día. ¡Hasta luego!
«Manuel se levantó con un semblante
sereno. Sabía que lo que habían conversado estaba flotando en el ambiente.
Pero, solo unos pocos, la gran mayoría no se enteraban. La gente estaba muy
entretenida en trabajar para vivir y descansar. Y también necesitaba el ocio y
el entretenimiento. Y eso muchos lo aprovechan para robar la libertad de pensar
y educar. La tarea era ingente, pero los obreros pocos.
¿Dónde he oído yo esa frase? ¡Ah,
claro, la ha dicho Jesús en aquella ocasión!: Entonces dijo a sus discípulos: La mies es mucha, pero los obreros
pocos. Por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros
a su mies (Mt 9, 37-38)».
[1]
Hipnopedia es la palabra empleada en la novela “Un mundo feliz” para nombrar el
proceso de aprendizaje a través del sueño que padecen los sujetos durante la
niñez.
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