Párate y piensa, ¿eres libre? ¿Puedes prescindir de muchas cosas a las que te sientes atados? ¿Qué no sabes cuáles son? ¿Puedes estar cierto tiempo sin ellas? Seguramente estarás descubriendo muchas cosas a las que estamos atados y, en cierta manera dependemos de ellas. Nos someten impidiéndonos hacer algunas cosas que nos gustaría, pero, ellas, no nos lo permiten. Anulan nuestra libertad y nos esclavizan.
Y no hablo de drogas - alcohol, tabaco y otras más duras... - sino de hábitos y costumbres que nos sujetan y nos prohíben dar respuestas de entrega, de solidaridad y fraternidad a aquellos más pobres que carecen de muchas cosas, no esclavizante, sino necesarias para vivir. Pero, eres tú quien tienes que descubrir si tu libertad, porque, ¡has sido creado libre!, está secuestrada. Es cuestión de echas una mirada serena, seria y profunda en tu interior. Tú decides.
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