Benedicto XVI |
Me llena de satisfacción compartir con el Papa emérito Benedicto XVI su esperanza y alegría en la promesa hecha por Jesús a todos nosotros: "volveré a veros y se alegrará vuestro corazón y nadie os quitará vuestra alegría". Porque eso es lo importante y lo que todo hombre de buen gusto se afana en conseguir y buscar.
¿Qué sentido tiene, si no, tantos trabajos y privaciones en las dietas alimentarias, ejercicios físicos, tablas de gimnasias e innumerables sacrificios con los que se castigan hombres y mujeres con el fin de conservarse saludables y vivir unos cuantos días más? ¿Tiene eso mucho valor?
Pues, ¿cuanto más valor no tendrán el alargar la vida para Siempre esperanzados y confiados en la Palabra de Jesús, qué no solo nos lo ha prometido, sino que su Palabra siempre ha tenido y tiene cumplimiento? Es el tesoro buscado por todos, pero empeñados en buscar mal, donde no se encuentra y cerrando los oídos a la verdadera Palabra que nos revela, descubre y enseña el camino para encontrarlo.
He aquí las palabras del Papa Emérito Benedicto XVI, a las que aludo y comparto gozoso:
Jesús cuando, dirigiéndose a sus discípulos, afirma: "volveré a veros y
se alegrará vuestro corazón y nadie os quitará vuestra alegría". Son
palabras que indican una propuesta rebosante de felicidad sin fin, del
gozo de ser colmados por el amor divino para siempre.
Plantearse el
futuro definitivo que nos espera a cada uno de nosotros da sentido pleno
a la existencia, porque orienta el proyecto de vida hacia horizontes no
limitados y pasajeros, sino amplios y profundos, que llevan a amar el
mundo, que tanto ha amado Dios, a dedicarse a su desarrollo, pero
siempre con la libertad y el gozo que nacen de la fe y de la esperanza.
Son horizontes que ayudan a no absolutizar la realidad terrena,
sintiendo que Dios nos prepara un horizonte más grande, y a repetir con
san Agustín: "Deseamos juntos la patria celeste, suspiramos por la
patria celeste, sintámonos peregrinos aquí abajo." Queridos jóvenes, os
invito a no olvidar esta perspectiva en vuestro proyecto de vida:
estamos llamados a la eternidad. Dios nos ha creado para estar con Él,
para siempre. Esto os ayudará a dar un sentido pleno a vuestras opciones
y a dar calidad a vuestra existencia. Benedicto XVI, Mensaje para la XXV Jornada Mundial de la Juventud, 2010.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.
Tu comentario crea comunidad, por eso, se hace importante y necesario.