Padre Pío de Pietrelcina |
Digo esto porque he caído en la cuenta de, a pesar de tantas Eucaristías vividas y empeñadas en esforzarme y tomar conciencia de la presencia de JESÚS, no logro nada al respecto. No sé si estos pensamientos, que ahora reflexiono, me vienen a mi mente por un vídeo que he visto hace unas horas del Padre Pio de Pietrelcina o hay otra razón. El caso es que me he puesto a reflexionar.
Decía más arriba que no me desesperaba, porque no depende de mí. Sé que es Gracia del SEÑOR el que me de la capacidad y el don de sentirlo y de percatarme de su presencia. Sé, me lo digo e intento creerlo con todas mis fuerzas, que JESÚS está allí presente, y le digo fervorosamente: "Ven SEÑOR JESÚS", y muchas más cosas, pero tengo que confesar que mis sentimientos no son los que yo desearía.
Al ver el vídeo del Padre Pio me he fijado en sus ojos, en su concentración, en su tensión en el momento que celebraba y consagraba el pan y el vino. No se puede negar que está tan concentrado y fijo sus ojos que está sintiendo lo que de él decían. Y eso me anima porque el SEÑOR prueba su presencia bajo las especie de pan y vino. Y se lo hace ver al que ÉL quiere. Seguro que si es así es porque lo ha considerado bien hacerlo así.
Sólo con eso me contento: "Saber que JESÚS está ahí aunque mi capacidad no pueda entenderlo ni experimentarlo", pero otros si lo han sentido, y eso me basta. Por ello, doy gracias al SEÑOR que me concede la inquietud y el deseo de acercarme más a ÉL y de estar presente en cada Eucaristía que puedo.
Sobre la vida del Santo, ver aquí
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