Más información... |
Reflexiones que nos ayuden a discernir nuestras respuestas y toma de decisiones, desde la Luz del Espíritu Santo, ante un mundo cambiante y desorientado.
martes, 8 de noviembre de 2011
SIN MÁS COMENTARIO, TÚ DECIDES
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Salvador, perdón por el "despotrique" que viene a continuación, pero los políticos me ponen de los nervios.
ResponderEliminarEs complicado votar en conciencia y dejar atrás el utilitarismo electoral. Pero encima se vota a un parlamento nacional a base de candidaturas locales, lo que hace que muchas veces el partido que elegimos no tiene candidatura en tu circunscripción. Votar en blanco es una tontería y nulo, una perdida de tiempo.
¿Para cuando listas nacionales para elecciones nacionales? ¿Para cuando podremos votar candidatos y no listas cerradas? ¿Cuando podremos votar directamente iniciativas que nos afectan a todos?
Estamos gobernados según normas del siglo XIX en pleno siglo XXI. Así no va.
Un abrazo en el Señor. :)
Tienes mucha razón, Néstor, pero éste es el momento que nos toca vivir, y desde aquí la Voluntad de DIOS nos habla, ahora, en este momento.
ResponderEliminarAhora nos toca decidir según el ESPÍRITU nos sucita, y DIOS hará lo demás. Quizás, votando a personas comprometidas y decididas a luchar por los valores del Reino, podemos lograr eso que tu muy bien dices.
Un abrazo en XTO.JESÚS.
Mi estimado Salvador, estamos preparados para un cambio, aunque la situación es tremendamente delicada para nuestro país, más vamos a votar lo mejor que sepamos.
ResponderEliminarGracias por su comentario
Con ternura
Sor. Cecilia
Salvador, gracias por tu visita a mi blog y por tu comentario. No conocía este partido político... leeré su programa con detenimiento. Un abrazo.
ResponderEliminarNo sé los millones de católicos que hay en nuestro país. Tampoco sé cuantos están comprometidos con su compromiso de Bautismo, pero si sé que es el momento de responder a ese compromiso.
ResponderEliminar¿Cómo? Depositando nuestro voto en aquello que nos prometen luchar contra el hambre, el paro; con aquellos que nos prometen defender la vida desde la concepción, luchar contra la eutanasia; con aquellos que nos prometen luchar contra la corrupción.
También sé que somos muchos, pues sólo hace falta mirar la cantidad de personas que asisten a una Eucaristía los domingos. He oído que se estima en unos ocho millones.
Pues bien, con dos o tres millones de votos podemos dar un giro completamente a este país. Al menos en sus planteamientos, y los resultados aparecerán enseguida.
¿Es una utopía? No, es una realidad que está en aquellos que creen y aspiran a sobrenaturalizar lo naturalizado. Y es posible porque no vamos solos.
Luego, no hablemos más ni nos quejemos de cómo están las cosas. Ahora es la hora.
Un fuerte abrazo en XTO.JESÚS.