Otros dirimen que elegir para comer o que le entreguen, al menos, la ración diaria para continuar viviendo. Parece o suena más chiste que a realidad, pero es asombroso pensar que en muchos lugares de este planeta, ahora mismo, ingentes cantidades de personas no entienden que en otros lugares, las personas, se preocupen por no comer o elegir que comer para adelgazar.
"Dicen que hay lugares que pagan por no comer", es la sentencia que dicha de esa forma suena a risa y hasta resulta graciosa. Pero, no es un chiste ni una broma, es la pura realidad. Mientras, en mi pueblo, por ejemplo, la gente habla, sonríe y comparte alimentos de todos los gustos a la vera de una mesa bien servida y aliñada con sonrisas y diálogo, otros se las desean por encontrar algo para acallar sus doloridos vientres desnutridos y vacíos.
Son los contrastes de este mundo injusto, donde unos pocos tienen de todos, y otros muchos no encuentran que llevarse a la boca. Es la paradoja de esta vida, que no fue pensada así, pero que el hombre la ha pensado así olvidándose del hombre. Y se acercan elecciones políticas, y esos mismos hombres hablan, lanzan frases de compromiso, de soluciones, pero, la experiencia nos lo dice, son palabras huecas, cargadas de hipocresías, de mentiras...
El hambre sigue, y cuando paseas por terrazas atestadas de gente sonriente, bien ataviadas, rebozando salud y adornadas por suculentos refrescos, bebidas, tapas y golosinas a la carta, no puedes dejar de pensar en aquellos otros que, debajo de unas cuantas pajas, cartones y otros enseres que toman para cubrirse, habitan muertos de hambre en condiciones infrahumanas.
¿Pero no somos hermanos? Pregunto. ¿No todo nos ha sido dado por un mismo PADRE? ¿Acaso ese PADRE hace distinciones entre unos u otros? ¿Protege y se cuida de unos, no dejando que les falte nada, y se despreocupa de otros? ¿Qué PADRE hace eso?
Según lo observado parece que sí, ese PADRE no aparenta ser bueno. O, son los hijos los que no se consideran como hijos, porque unos se toman derechos y privilegios que a otros les quitan y les niegan. Incluso hasta la propia vida. Se han tomado la herencia del PADRE para ellos, desheredando a los demás hijos. Realmente eso parece ser.
Hoy, dia del DOMUND (Domingo 22), se nos recuerda que no, que el mundo no fue hecho para eso. Que todos somos hermanos y los bienes del mundo son para repartirlos entre todos, y para que a nadie le falte lo imprescindible para vivir. Se nos recuerda que nuestro PADRE no quiere eso, que, a través de su HIJO nos recuerda lo que ÉL dijo y quiere, y por qué y para qué nos ha creado.
Te pregunta primero. ¿Qué buscas y deseas? Y a tú respuesta de felicidad y eternidad, te responde que su PADRE lo ha enviado para ofrecerte eso: Felicidad y eternidad plena. Y vuelve a preguntarte: ¿Quieres eso?, pues "Ama". Y para que no te pierdas en averiguar como has de amar,fijate en MÍ: "Ama como yo te enseño, hasta la Cruz".
Sin lugar a duda, cuando llego a esa conclusión en mi paseo mental, dejo escapar una sonrisa y imagino un mundo según esa premisa: "El Amor". Todo sería diferente. Habría terrazas, mesas bien servidas, sonrisas por todos los lugares, gente bien ataviadas, bebidas y alimentos a elgegir para todos... el mundo sería un lugar hermoso para todos.
Los niños reirían a carcajadas de felicidad dentro de sus hotelitos andantes (vientres de sus madres) sin temores, sin peligros, seguros del amor de sus madres y padres. La muerte sería desterrada, porque aunque tiene que estar presente, sólo sería como un destino de transbordo, para que llegada ella empezar de nuevo la vida que nunca acaba.
Realemente PADRE, eres el PADRE más bueno del mundo, pero tus hijos no te entienden, andan ciegos, vendidos y postrados a cosas temporales, caducas, finitas, que hoy sonríen, pero mañana lloran, y puede que ese llanto no acabe nunca. Cambian alegría y felicidad por angustia y sufrimiento eterno. Realmente, ¿están bien de la cabeza?
Los creyentes tenemos una responsabilidad, y es que no debemos quedar en la resignación,en la impotencia. Podemos hacer cosas, y muchas cosas. Desde contagiar el mundo de amor con nuestra vivencia personal y en el entorno que nos rodea, hasta decidir más allá de nuestras fronteras con nuestro voto. Hay algún partido (Más información aquí) que promete entregar su vida en aras de luchar por ese mundo que pensamos y que nos ha ofrecido nuestro PADRE.
Debemos pensarnóslo seriamente e informanos al respecto. Te dejo el enlace de ese partido. No sé si habrá más, pero este es el que yo conozco. Ni milito ni participo en él, sólo quiero darle mi confianza para que, con mi voto, luchen por los mismos ideales que yo, pero sobre todo por lo que quiere mi PADRE: "Que todos los hombres se amen".
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