Jamás pensé que iba a terminar corriendo y tomando fotos en las procesiones de mi pueblo. De niño, recuerdo, iba detrás de los soldados y sus tambores. Marcaba el paso como ellos y, todavía me retumban su compás y arranque de trompetas por los lugares más significativos. Indudablemente, son recuerdos que quedan impregnados en tu mente para toda la vida. Incluso, recuerdo hasta la figura del sargento primero que los dirigía con su trompeta.
Hoy, sin saber como y por qué, cada procesión me sirve de reflexión y de interiorización para esforzarme en encontrarme con el SEÑOR. Las fotos son como paradas y miradas que tratan de contemplar a un JESÚS vivenciado en la oscuridad de sus últimos años. Cada paso y momento marcan esos años últimos de JESÚS vividos ocultos, como un fugitivo, a escondida de que lo prendieran para matarlo.
Hoy, sin saber como y por qué, cada procesión me sirve de reflexión y de interiorización para esforzarme en encontrarme con el SEÑOR. Las fotos son como paradas y miradas que tratan de contemplar a un JESÚS vivenciado en la oscuridad de sus últimos años. Cada paso y momento marcan esos años últimos de JESÚS vividos ocultos, como un fugitivo, a escondida de que lo prendieran para matarlo.
Imagino, a través de cada fogonazo del flash, la emoción y el llanto que JESÚS dejó escapar ante su querida Jerusalén: "¡Si comprendieras el don de DIOS...,!", porque su pueblo lo rechazó y ahora lo buscan para crucificarlo. Son como tres gestos que determinan los últimos días de su vida: la oscuridad de no ser visto; el desconsuelo y llanto por el rechazo de su Jerusalén amada, y la maldición de la higuera seca, por lo incomprensible de no dar frutos ante la Verdad Revelada.
Y lo más inesperado y extraordinario es su decidida decisión: "a pesar de todo, quiere y va a Jerusalén. JESÚS está decidido a ir a Jerusalén, aún a sabiendas de que eso significa ir a la muerte. Y llega el momento de preguntarme, y de preguntarnos, queridos hermanos: ¿estamos nosotros también dispuestos a entregarnos hasta el extremo de morir y dar nuestra vida por el otro?
ÉL, que había entrado como Rey, aclamado, victorioso y celebrado, unos días antes, sabía que su Mensaje no había sido comprendido. Un Rey no entra montado en un sencillo y humilde pollino, y sin nada que lo realce, ni lo adorne como Rey. JESÚS va mostrando un Reinado diferente, no de otra vida, sino de la Vida otra, la que no termina nunca, solamente se transforma. JESÚS manifiesta un Reino marcado por la humildad, la igualdad, la sencillez, la disponibilidad, la entrega, el servicio. Ejemplo de todo esto: su Madre María.
JESÚS celebra que toda su vida es Amor entregado, porque hay más felicidad en dar que en recibir. Eso es lo que ÉL deja salir por todos sus poros, y sacrifica toda su vida por hacérnoslo comprender: El perdón viene interpretado como debilidad, la generosidad como locura, el servicio a los demás como una humillación. Y es que el metro con el que se juzgan esos actos sigue siendo el egoísmo y no el honor que se nos otorga al tener la oportunidad de dar gloria a Dios y de amarle en nuestros hermanos.
Poder donarse a los demás es un verdadero honor, pues Cristo siempre cumple la promesa que hizo a quienes siguieran sus enseñanzas: “el ciento por uno en esta vida y la vida eterna en el cielo”. Amar a Dios y a los demás nos exige un precio (entregar alguna comodidad, dejar que otro sea preferido a mí, ceder mi tiempo, etc.) pero a la vez nos otorga la felicidad más grande del hombre. ¡No tengamos miedo a ennoblecer nuestra vida con el perfume del amor!
JESÚS, en su vivencia da Amor, todo el Amor que el mundo necesita para salir de la crisis y de todos lo problemas, que el mismo mundo ha creado: "unidad - amor - servicio. Mirar al que cuelga de la Cruz es buscar las respuestas que ansiamos encontrar. Pero mirarlo significa contemplarlo, mantener la mirada de mi vida puesta en ÉL y escucharle.
Porque ÉL es la vida, la vida otra que continua. No otra vida diferente, sino ésta misma que se transforma y continua en su presencia amorosa en plenitud de gozo y felicidad. JESÚS mira a los que sufren y mueren, porque son ellos los necesitados de curación y Resurrección. ¡Qué gran esperanza! La última palabra la tiene la Vida de la Cruz en CRISTO nuestro SEÑOR.
Que bellas imagenes amigo y que palabras tan llenas de amor y espiritualidad, me encanta como se vive el momento liturgico en tu parroquia, se nota que viven y recuerdan el momento cuando era recibido Jesús como Rey de los Jusíos en Jerusalem.
ResponderEliminar"Bendito el que viene en nombre del Señor"
Te invito al blog de la
A HREF="http://cofradiapasiondelsenor.blogspot.com/" > Pasión de Nuestro Señor Jesucristo < /A > también escrito por mi esposa Angélica, a ella le ha tocado igualmente salir corriendo para tomar fotos y luego escribrir, tengo la seguridad que te va a gustar mucho este blog.
Feliz Semana Santa hermano.
Dios te cuide.
Hola Luis y familia, gracias por tus comentarios. Visitaré ese blog recomendado en cuento pueda.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo en XTO.JESÚS.