En un mundo donde prima los honores, la búsqueda de uno mismo, el ser, relacionado con el tener, la meta de sentirse bien y conseguir la mayor rentabilidad de bienestar y consumo, todo dirigido a un hedonismo como principal objetivo de la vida, se hace difícil entender que algunas personas renuncie a todo por servir a todos. Es algo que cuesta asimilar y encontrar respuestas que den sentido a esa elección.
En pleno siglo XXI y en la Iglesia de la Concepción en la Orotava, el sábado 28 de marzo, una veintena de monjas celebraron la ceremonia de promesa de votos perpetuos al SEÑOR: "para Honra y Gloria tuya, SEÑOR, te entrego mi alma". Una elección que conlleva una etapa de maduración y de encuentro, porque decir SÍ significa responder a un diálogo que se ha desarrollado en una llamada y una respuesta.
Y la conclusión deriva en una respuesta libre y amorosa que se concreta en una unión integra por medio de la oración y la entrega al servicio de los hermanos. Y esto no se entiende sin vivir la experiencia del encuentro con JESÚS. Aquel que ha dejado que JESÚS se haga presente en su vida, entregándole el don de su libertad gratuitamente recibida, ya no puede volver para atrás, porque su libertad, amenazada en convertirse en esclavitud, pasa a ser verdaderamente libre al encontrarse con la Verdad.
Delante queda un camino, ora desierto, ora montaña. Un camino que no se puede recorrer sólo, sino injertado en JESÚS, como el sarmiento en la Vid, y arropado en los hermanos, donde descargamos ese Amor, que hemos, antes, cargado en ÉL. Porque no podemos dar lo que no tenemos, y para dar Amor hay que ir a la Fuente del verdadero AMOR.
Son aires frescos que elevan nuestra esperanza y hacen más llevadero nuestro camino. Vivimos en una época de intolerancia, en la que la fe y la razón se excluyen sistemáticamente de una cultura dominada por el fundamentalismo secular. La moral tradicional no se tolera en nombre de la tolerancia, y con esta actitud, el relativismo radical le ha dado la espalda a toda filosofía tradicional y a toda teología.
En esta elección radical, entre JESUCRISTO y el espíritu de la época, no hay término medio. Una vez que los católicos, conversos o no, entendamos que tenemos que evangelizar la cultura con el poder de la fe y la razón, podremos empezar a cambiar la corriente del secularismo. Sin embargo, para ello no basta con las palabras; antes, es necesario, hayan aprendido a unirse en la fe, amándose unos a otros como hermanos en CRISTO, amando al prójimo, y a nuestros enemigos, como CRISTO nos manda.
Sin embargo, la fuerza del Evangelio se hace presente en estos tiempos, donde las vocaciones parecen desfallecer, y la renuncia es hartamente difícil. Nuestro SEÑOR JESÚS es y será siempre el motor que nos atrae y nos llena de esperanza. Porque ÉL es el Camino, la Verdad y la Vida, y porque el hombre, su creatura, está llamado, como diría San Agustín, a peregrinar, sin descanso, hasta descansar en ÉL.
Estas son siempre noticias esperanzadoras, no sólo para la Iglesia, sino para el mundo. Hoy, cuando el sacrificio está considerado como algo poco menos que inútil, estas religiosas dan testimonio de entrega a Dios y a los hombres con alegría.
ResponderEliminarHermano, que importante es este testimonio en estos tiempos tan laxos en todo... Comprometerse, dar la vida, unirse de una vez y para siempre sacramentalmente en servicio a Cristo parece una paradoja en este mundo relativizado. Es una muestra que el Espíritu de Jesús sigue llamando y hay hermanas y hermanos nuestros que siguen dando su Si! al llamado a seguirlo. Un gran abrazo en Cristo y María. Paz y Bien. Ricardo
ResponderEliminarSí, eligelavida, CRISTO siempre está de actualidad y siempre está atrayendo a los hombres y mujeres de toda época, porque ÉL es la Única respuesta que colma toda aspiración mundana.
ResponderEliminarUn abrazo en XTO.JESÚS.
El hombre, por mucho que huya, se esconda y busque su propia felicidad, nunca descansará hasta descansar, como diría San Agustín, hasta llegar a la presencia de su Creador.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo en XTO.JESÚS.
Me alegra que se sigan dando y apoyando a esas vocaciones, en esta sociedad se necesita que cada quien encuentre su camino y su vocación. Felicidades a las hermanitas. Saludos. Hilda
ResponderEliminarel ESPÍRITU SANTO no ha parado de sucitar llamadas y toda persona de buen gusto y que busca la verdad responde a la llamada. ¡Alabado y bendicido sea el SEÑOR!
ResponderEliminarUn abrazo en XTO.JESÚS.