Todo nos entra por los ojos:nos encandilan las luces que adornan los... |
Son días de ajetreo y de mucha actividad, al menos la calle lo aparenta y, cuando transitas por ella, no parece nadie estar triste ni tener algún problema. Todo es bullicio, prisas, colores, luces, y animación. Pero, ¿qué pasa, qué sucede? ¿Por qué tanta algarabía?
¡Es Navidad!, nos contestará el más próximo a nosotros, y nos felicitará lleno de júbilo y alegría. Todo parece hermoso y, sin darnos cuenta, cada cual corre a lo suyo, prepara su fiesta personal, se procura que no le falte de nada. ¡Vamos a cenar toda la familia!, y eso será un acontecimiento jubiloso y lleno de alegría.
Sin embargo, ¿ocurre igual para todos? Hay muchos que no están en la calle. Permanecen en silencio tras las rejas de una cárcel, o no tienen familia que les espere, ni tampoco techo que los cobije... Hay muchos que no pueden alegrase ni esperar nada. ¿Por qué para unos tantos y otros nada? ¿Qué va a suceder estos días?
Dicen, se oye que va a nacer un Niño, Alguien importante que va a traer la paz y la justicia a este mundo, y por igual para todos. Dicen que es un Niño DIOS que nos salvará de todas nuestras miserias, para los que creen no tenerlas y para las que las tienen todos los días. Pero, sobre todo, dicen que nos va a salvar de la muerte. No de la muerte física que tendremos que compartir todos en este mundo, sino de la muerte del sufrimiento eterno. Resucitaremos para vivir gozosamente para siempre. ¡Estamos salvados! ¡Esa es la fiesta que celebramos!
Pero, hay un peligro, hay alguien que se preocupa que ese nacimiento pase por debajo de la mesa, que no nos demos cuenta ni tengamos tiempo para pensar. Nos va a tentar con suculentas comidas, con placeres, música y muchos regalos. Nos va a distraer para que sólo pesemos en nosotros y nos olvidemos de los que no tienen nada, de los que están enfermos, de los que cumplen condena, de los que no tienen familia, de los que viven en lugares asediados por las guerras, tragedias o inundaciones.
Nos va a ofrecer el mundo de las riquezas, loterías, regalos, comidas, alcohol, borracheras, sexo, disfrute y alegrías vacías y temporales. Pretende que nos demos prisas, no quiere que pensemos sino que vivamos según nuestros apetitos, nuestras inclinaciones, nuestros sentimientos, sin pensar sino en nosotros y sólo en nosotros, para olvidarnos de los demás. Pretende que nuestro egoísmo sea lo primero y lo último, y que el amor quede sepultado por tantas cosas, caducas, que, aparentemente, nos llenan, pero que luego ocurre que no es así.
Pretende que el Niño se quede sólo, sin visitantes, sin villancicos, sin regalos, sin que se note su nacimiento. Pretende que nazca en el olvido y sin oídos atentos a su nacimiento. Pretende que lo olvidemos y que miremos al mundo, y no a la cabaña donde el Niño DIOS nace. Quiere hacernos feliz con las cosas de este mundo, que trabajemos y nos ocupemos de hacer cosas, a veces buenas, pero que nos distraen y no llevan al olvido de lo principal, el nacimiento de la verdadera Vida y Luz del mundo.
Parémonos y quedémonos en silencio, va a nacer un Niño por Amor, y por Amor va a entregar su Vida para que yo tenga Vida también. No importa donde estoy ni que es lo que tengo, sólo que en ÉL encontraré respuestas, salidas, esperanzas y una nueva vida para vivirla.
Ha nacido para el bien del mundo un niño,sabio,y muy profundo,que trae en su PALABRA un mensaje de Paz,AMOR Y TODA LA VERDAD,le llaman Jesùs,el Salvador.
ResponderEliminar¡Feliz Cumpleaños mi Señor y Maestro Jesùs!
¡Que la paz del señor este contigo hermano y vuestra familia,y por supuesto tu familia bloguera,¡Feliz Navidad!.
El Guardiàn.
Tu familia también, querido anónimo.
ResponderEliminarDIOS ha nacido tomando nuestra misma naturaleza humana para liberarnos de nuestras esclavitudes humanas.
Una feliz Navidad y un fuerte abrazo en XTO.JESÚS.