Cristo de Tacoronte |
Antes de adentrarme en esta reflexión, quiero expresar mi agradecimiento a todos los blogueros que me acompañan. Desde los primeros que fui encontrando en el comienzo de mi andadura bloguera, hasta los que hoy compartimos nuestras inquietudes y vivencias. Porque de eso se trata. Compartir lo que experimentamos dándole criterios evangelicos desde la luz de la Palabra de DIOS y la asistencia del ESPÍRITU SANTO.
No me atrevo a enumerarlo porque son muchos y algunos quedarían olvidados. Todos han y son importantes, y de cada uno el ESPÍRITU me ha sucitado caminos, verdad y vida. Por eso, el compartir se hace necesario para crecer.
Gracias a todos los que con su trabajo, aportaciones y esfuerzos han compartido su fe y, fortaleciéndose ellos, han fortalecido también la mía. Hay muchos que tengo en el pensamiento y que forman parte de mi camino en el Camino. Muchos que me han levantado en momentos de desfallecimiento o de flaqueza.
Debo citar, porque ellos han sucitado esta reflexión, dos compañeros, Arcen y elige, que, uno con su elaboración de " valores de cine" y otra, con su último comentario, han provocado en mí el impulso de amar y de experimentar la necesidad vital de JESÚS. Se hace difícil comunicar tus sentimientos, pero también es muy necesario hacerlo, para construirlos en bondad y unidad.
Porque mis vivencias nacen de esos impulsos que elevo, en el SEÑOR y al SEÑOR en ustedes, por el ESPÍRITU, al querer compartir lo que experimento y lo que nos fortalece para seguir con esperanza el comienzo de un nuevo día con renovadas esperanzas. Es el criterio que alumbra el pasaje de los de Emaús. Arde nuestro corazón cuando presagiamos que el SEÑOR está cerca. Hoy tan cerca o más que ayer. Palpita dentro de nosotros.
Sin compartir no se crece. Cuesta tiempo y esfuerzo, pero, ¿hay algo que no cueste? La Cruz, el abrazarla voluntariamente, como JESÚS, es la mayor renuncia que podemos, y debemos hacer. Sólo detrás de ella está lo que buscamos: "El Amor", y sólo el Amor nos puede hacer feliz.
Las dos preguntas de uno de los vídeos que nos regaló (hermoso regalo, amigo) Arcen nos lo ponía en cuestión: ¿Eres feliz? Trata de contestarla. No te impacientes ni busque inmediatez. Respira y ten paciencia. Puede llevar su tiempo. Preguntate dónde puedes encontrarla, si crees que se puede alcanzar. Porque si no lo crees puede que te estés condenando a la mediocridad o a vagar en la resignación y metas caducas, vacías y muertas. Detrás de ellas te espera la muerte.
Y la otra, ¿has proporcionado felicidad a otros? Creo que van unidas, porque sólo uno que es feliz, puede hacer feliz. Si no se aprueba la primera, la segunda irá mal. No se da sino lo que se tiene, y si no tienes felicidad, ¿cómo vas a darla?
Creo que ese es mi problema. No me asusta el decirlo, ni compartirlo, porque eso puede ayudarme a encontrarlo. Para eso está JESÚS, y confío en su ayuda. ÉL me ama más que yo a ÉL. Pero con ÉL puedo aprender y experimentar amarle. Y si a ÉL, amaré de la misma forma a los demás. Creo que eso es lo que han logrado los que han alcanzado la santidad. Habrá muchos que no conocemos y que son anónimos.
Creo que ese es mi problema. No me asusta el decirlo, ni compartirlo, porque eso puede ayudarme a encontrarlo. Para eso está JESÚS, y confío en su ayuda. ÉL me ama más que yo a ÉL. Pero con ÉL puedo aprender y experimentar amarle. Y si a ÉL, amaré de la misma forma a los demás. Creo que eso es lo que han logrado los que han alcanzado la santidad. Habrá muchos que no conocemos y que son anónimos.
La respuesta a nuestros fracasos consiste en que no podemos dar lo que no tenemos. Fracasamos porque falta amor. El mundo, en el que vivimos, anda mal por falta de amor. Imaginar un mundo lleno de amor: paciente, comprensivo, humilde, suave y bueno... sería vivir en el Reino que JESÚS propone. Sólo, pues, falta una cosa: "AMAR".
Pero esa cosa tan importante y capaz de solucionar todos nuestros problemas, sólo se alcanza si llegamos a JESÚS, y abrazamos la misma Cruz que ÉL abrazó: morir por amor. Es ese nuestro proyecto. Un proyecto que roza la utopía, pero en XTO. se hace realidad y en ÉL lo alcanzamos.
De ahí la insistencia de JESÚS: Sin MÍ nada podéis hacer; amense los unos a los otros; quien no ama a su hermano que ve, no me ama a MÍ que no me ve... Por eso todo lo dicho, desde Abraham hasta la venida de JESÚS se encierra en, por ese orden, tres palabras: "Amor a DIOS y al prójimo.
Concluímos en observar que mientras no nos llenemos de amor no podremos darlo. Ese descubrimiento o toma de conciencia nos debe llevar a acercanos más a la Fuente del Amor, porque, sorprendentemente, es Ella la que está más interesada en darnos de beber.
Es la Fuente la que tiene sed de mí. DIOS está "incompleto" sin ti y sin mí. Tiene necesidad de ti y de mí. Aunque nosotros pedimos de beber, es Ella la que viene a darnos de beber. Solución. "Abrir nuestra boca".
Es la Fuente la que tiene sed de mí. DIOS está "incompleto" sin ti y sin mí. Tiene necesidad de ti y de mí. Aunque nosotros pedimos de beber, es Ella la que viene a darnos de beber. Solución. "Abrir nuestra boca".
Hace poco tiempo que te conozco y sin embargo eres ya parte de nuestra familia, gracias Salvador por tus reflexiones, tu cariño, tu tiempo, tu fuerza, tu fe...gracias por "encender una luz" en nuestros caminos, que para Gloria de Dios se encontraron en el I encuentro de blogueros con el Papa, ésta familia unida con un corazón que late fuerte y unido en oración y esperanza.
ResponderEliminarGracias por ésta reflexión, como sabes hoy voy a mi "Audiencia privada" y ya la imprimí para meditar y compartir.
Nos encontramos ahí, en la Eucaristía.
Paz y Bien, mucha Paz y mucho Bien