Es la frase de moda:
«Violencia de género»
y muchos, sin apenas reflexionar sobre su significado, la acogen hasta el
extremo de aceptarla y darle impulso. A mí me sugiere mejor decir: contra los derechos
humanos; contra la violencia de leyes injustas; contra los sediciosos y
malversadores; contra la violencia de imponer a la mayoría sus ideologías,
contra las dictaduras de Fidel Castro, de Maduro, de Putin, de Xi Jinping…etc. Y
pregunto: ¿No es eso violencia también? Luego, ¿por qué se habla con tanta
insistencia sobre la violencia de género? Es que el robo, el fraude, la sedición,
la malversación, los okupas y otros no son violencia?
Siempre habrá
violencia porque el hombre y, también la mujer, si no se equilibran y se dominan,
serán violentos. La soberbia, la avaricia, el poder, la riqueza, la venganza y…
serán siempre motivos para encender la ira y, como consecuencia, llevar a la
violencia. Y, desde ese punto de vista podríamos llamar a toda confrontación violencia
de género. Porque, toda violencia nace del enfrentamiento de dos personas
humanas ya sean hombre o mujer. Y el género poco tiene que ver.
Posiblemente, detrás de ese mascara que la viste de violencia de género se esconde un objetivo ideológico y político. No importa si es verdad o mentira, lo que importa es aglutinar personas que, manipuladas ideológicamente, vendan su voto a una causa que no tiene sentido ni saben a donde los lleva. Porque, lo natural es que el hombre y la mujer arreglen sus cosas, como ha ido evolucionando en la historia, de forma pacífica y desde la verdad y la justicia.
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