Muchos se quedan muy bien situados y hasta con gran fortuna con las herencias recibidas. Herencia que vienen del trabajo de otros, quizás legal o ilegal, pero que, como toda herencia, termina en manos de los herederos y de algunos que, bien por circunstancias o por búsqueda intencionada, se ven agraciados con tales fortunas.
En muchos casos todo sucede de forma pacífica y consensuada, aunque siempre deja lamentos y penas para unos y suerte para otros. Pero, en otros casos se arma el lío con enfrentamientos y luchas que se prolongan en los futuros herederos, primos y de más interesados en la partición. De cualquier forma las herencias son latidos de encuentros y desencuentros y hasta de posibles influencias en la ya deseada ley de la eutanasia. Una circunstancia más que va a acelerar ese disparate de ley eutanásica.
Pero, mientras se vive en esas disputas y aspiraciones económicas y de bienes, el tiempo no se para ni da tregua, y como aquel que, viendo las grandes cosechas que tenía pensó, como solución, construir unos graneros más grandes para almacenar toda su cosecha y, luego, dedicarse a banquetearse y dormir, le fue exigida la vida - Lc 12, 13-21 esa misma noche, también a nosotros nos sucederá igual.
Y lo que interesa es no gastar el tiempo en frivolidades y diversiones, sino en administrar bien nuestros bienes como simples administradores que somos de todo lo recibido para el bien de todos. El tiempo de nuestra vida y también los bienes no son para sólo provecho propio, sino para ponerlos en función de los que, por recibir menos, necesitan de otros que les ayuden a vivir con dignidad.
Por eso, no perdamos el tiempo en discusiones y pleitos por herencias caducas que con el tiempo no cuentan ni solucionan nada. Busquemos la verdadera herencia del Amor de Dios, que esa, a parte de darnos paz y verdadera felicidad, nos da la Vida Eterna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.
Tu comentario crea comunidad, por eso, se hace importante y necesario.