La libertad es, en muchos casos, mal entendida. Se considera ser libre tomar decisiones, y en cierto aspecto lo es, pero no del todo, porque uno es libre en la medida que saber elegir la verdad y el bien. Puesto que si opta por otros caminos, incluso equivocados, se equivoca y su libertad está sometida al error. La libertad es vivir en la verdad, porque ser libre es optar por el bien, la justicia, lo bueno y bello.
No puede ser libre aquel que está sujeto al error y vive en la oscuridad. Por lo tanto, se precipita y se pierde. Porque, sólo la Verdad te hace libre. Y en el pecado no se puede hallar la libertad, pues él te somete y esclaviza. Sólo fuera del pecado encontrará la única y verdadera libertad. Y es que sólo Aquel, que es el Camino, la Verdad y la Vida te puede dar la libertad.
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