Gracias, Señor, por encontrarme, después de un largo recorrido, en tu presencia. Es lo más importante de mi vida, y mi mayor tesoro. Porque Tú ocupas toda mi vida. Gracias por darme la humilde sabiduría de escribir mis pensamientos y reflexiones, y de que con ellos pueda transmitir, lo que experimento y busco, a los demás. Pero, sobre todo, llevar tu Palabra a todos los lugares donde alguien pueda leerlas y reflexionarlas conmigo.
Perdóname, Señor, porque creo que muchas veces hablo yo sólo, y no te doy la oportunidad de que hables Tú también. Ni tampoco te escucho. ¡Pobre de mí, que me pierdo tu Infinita Sabiduría! Ayúdame a mejorar en ese sentido, y a buscar espacios para escucharte. De cualquier forma, Tú eres el Protagonista y autor de todo lo que ocurre en mi vida. Tanto en lo que hago, como en lo que consigo, porque sin Ti nada sería posible ni tendría lugar.
Sin Ti, ¿qué sería de mí? Te pido, Señor que sostengas mi actitud, mi fe y mis deseos de seguir escribiendo y proclamando tu Palabra y tu buena Noticia de Salvación y Divinidad. Ilumíname con tu Palabra y tu Verdad, y mantenme unido y abierto a la acción del Espíritu Santo, para que en Él pueda recorrer el camino que, a pesar de las dificultades, con su asistencia y guía puedo alcanzar.
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