HABLAR CON DIOS: ESO ES LO QUE HACEMOS EN EL CURSILLO

A todos los cursillistas de Lanzarote , DE COLORES!

Hemos terminado el Cursillo nº 44 mixto de Cristiandad en Lanzarote. Y como era de suponer, el júbilo de los que allí hemos convivido ha sido inenarrable. Todavía estamos saboreando esa hermosa convivencia de tres días. Cada Cursillo es un pequeño Tabor que nos deja la nostalgia, como a Pedro, de no querer bajar más de esa contemplación y convivencia de tres días.

Para unos ha sido una experiencia muy fuerte, par otros un descubrimiento de la verdadera amistad que únicamente se encuentra cuando JESUCRISTO está por medio. Para otros el gozo y la paz que andaban buscando y cada uno según su experiencia de encuentro. Pero para todos, como denominador común, un deseo de lucha y combate por alcanzar la felicidad que se experimenta en el amor cuando uno se da de forma libre, voluntaria y desinteresada.

El camino se hace difícil, duro. Es un combate diario contra mí mismo, contra mis apetencias, tentaciones y comodidades, pero en la renuncia y lucha encontramos el gozo de sabernos, cada día, más libres y gozosos. La batalla de alcanzar la felicidad eterna, que es lo que todos queremos, ¿no es así?, implica esfuerzo y lucha; implica sacrificios y renuncias; implica esfuerzos y disciplina, porque todo lo que es bueno y vale se hace difícil y costoso lograrlo. ¡Cuanto más el tesoro de alcanzar la felicidad eterna!

Pero lo normal es lo que se experimenta  en cada Cursillo. Igual que hablar de DIOS es lo lógico y normal, el gozo y la felicidad invadida de paz y alegría es lo que se experimenta en un Cursillo. Difícil de contar porque no hay palabras para expresarlo, es lo que está en boca de todos, pero cierto es el gozo, la alegría y la felicidad que se experimenta al encontrarse con un JESÚS antes desconocido, incluso para aquellos que creyéndose cerca y frecuentando el sacramento de la Eucaristía, creían conocerlo.

Un Cursillo es una experiencia de encuentro con Aquel con quien todos nos queremos encontrar, pero que muchos buscamos por caminos equivocados y en cosas que nunca podemos encontrarlo. Porque la felicidad que todos buscamos no está en el dinero, el poder, las riquezas y bienes, la fama, el sexo, el alcohol y otras drogas, en la comida, en el vestido, en la comodidad, en el conocimiento y en todo lo que quieras buscar. La felicidad está en JESÚS de Nazaret que me revela el Amor del PADRE y me promete la vida eterna gozosa y feliz.

Muchas personas tratan de encontrar la paz y la felicidad en no desear mucho o pedirle poco a la vida. Pero resulta que la vida nos la han regalado, y una vida eterna y gozosa, ¿por qué no cogerla? ¿Tú quieres ser feliz eternamente? Pues toma ese regalo maravilloso porque JESÚS de Nazaret ha venido a decírtelo y a ofrecértelo. No te conformes con menos pues sería una idiotez. La vida nos ha sido regalada, y una vida dichosamente feliz y eterna. Tomala, pues y no la pierdas.

Y me señala que eso que buscamos todos, "la felicidad eterna" la encontramos cuando amamos de forma desinteresada y libre a los demás. Porque JESÚS vino para eso, para enseñarnos a amar como ÉL lo hizo. Y a decirnos que esa es la Voluntad del PADRE.

Un Cursillo es un momento inolvidable y un encuentro que cambia nuestra vida. De no ser así significa que no hemos entendido su significado porque elegir vivir para siempre feliz y gozoso, a elegir vivir, también eternamente, pero en constante y eterna angustia y desesperación peor que aquí en la tierra, es una elección estúpida, idiota y la peor que podemos elegir. Es ir contra nuestro propio destino.

Desde aquí invito a todos aquellos que busquen la verdad y la felicidad, de forma seria y autentica, a vivir la experiencia de un Cursillo, ver aquí, y a experimentar el gozo de saber que en el amor está la razón y el sentido de nuestra vida y felicidad.