No se trata de educarlos, se trata de darles la vida. El vínculo es muy importante, y si la familia no los tienes hay ciertas dificultades a la hora de la convivencia. La experiencia nos dice que aquel que descubre que ha sido adoptado busca a sus padres biológicos o naturales. Quiere saber de dónde viene y conocer su árbol genealógico.
Y es que sin ayer nos encontramos perdidos y desorientados. El hombre necesita conocer su ayer para construir su presente y proyectar su futuro. Y eso nos descubre que la familia nace del encuentro de dos personas de diferentes sexos. Porque de ser iguales tendrían que buscar la vida con asistencia y ayuda de afuera. No es lo normal ni lo natural.
Es algo sustituido y puesto en lugar de otro. No es un derecho natural, sino artificial e inventado por el hombre. El hombre que quiere construir un mundo a su gusto y a su manera. Pero no es lo natural, ni tampoco tiene derecho. Lo impone corrompiendo las leyes naturales y sustituyéndolas por leyes artificiales que el mismo se inventa.
La familia nace del encuentro de dos personas que asumen sus responsabilidades, o quizás no, eso nos dice la vida. Pero, en cualquier caso, la vida ha derivado de ese encuentro y, el engendrado, la persona humana, reclama a sus engendradores, sus padres. No hay derecho a decirle que el padre aportó el espermatozoide y la madre el óvulo, y luego ha venido otro u otra a ocupar su puesto. No hay derecho, porque se les miente respecto a sus padres.
Pasados los años se preguntarán a quienes corresponden sus cromosomas y quién o quienes fueron sus progenitores. La familia es insustituible, porque los hijos quieren ver a sus padres, no a los que desearon y sustituyeron a sus padres. Porque el ser humano no es un animal de granja, sino una persona con padres biológicos con nombres y apellidos, que engendran vida no que la venden. Convertimos la familia en un negocio y mercado.
Hay vínculos que unen y que relacionan, y que son insustituibles. Incluso cuando hay distancias y diferencias. Lo otro son relaciones, que pueden salir bien o mal, pero que nunca pueden sustituir a las familias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.
Tu comentario crea comunidad, por eso, se hace importante y necesario.