Las elecciones están ahí. Primero van a romper el hielo los andaluces, y van a dar pistas por donde pueden ir las demás. Unas elecciones cerca de la celebración Pascual de la Pasión del Señor. No sé si eso querrá decir algo, pero recordemos que la primera voz que defendió la libertad del hombre fue Jesús. El denunció la esclavitud del hombre. Y muchas veces me he preguntado que hubiese ocurrido si Jesús se calla.
¿Estaría hoy existiendo todavía la esclavitud? No fueron los señores políticos de ningún partido, ni siquiera los romanos de aquella época, dueños del mundo, los que movieron un dedo por la abolir la esclavitud. Y no sólo eso, sino que también la primera voz que hizo a los hombres iguales y con los mismos derechos fue Jesús de Nazaret.
Él nos dio un mismo Padre y, en consecuencia, nos hizo a todos hermanos. Nos enseñó a rezar diciendo Padre nuestro, y eso significa que todos somos hermanos, y si hermanos, iguales en derechos y dignidad. No hay ningún político que se precie de hacer más por el hombre, porque, como hemos vivido estos últimas décadas, todos no han pensado sino en enriquecerse.
Por eso, medita tu voto, y piensa que sólo aquellos que, esforzándose en vivir según los valores que Jesús nos enseñó, pueden también, a pesar de sus debilidades y tropiezos, trabajar por el bien común de todos.
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