Adiación del Rey D. Juan Carlos I |
Momento histórico que sucede un dos de junio de 2014, y que me ha tocado vivir. He vivido la coronación como rey de D. Juan Carlos I y, si Dios quiere, viviré la de su hijo Felipe VI. Me suena a lecciones de historia de mi juventud: Felipe I, Felipe II, Felipe III, Felipe IV, Felipe V... Me quedan muy lejanos, allá en la historia como he recordado, pero ahora, Felipe VI me queda en mi tiempo, de mi propia historia, de mi época, de mi España actual.
No soy muy monárquico ni tampoco antimonárquico. Quizás mi lejanía, tanto histórica como geográfica no me asienta en un entorno monárquico ni tampoco político. He vivido esos acontecimientos desde los libros de textos, como estudiante y como asignaturas que había que aprobar sin más. No ha sido la historia mi fuerte ni mi interés. Sin embargo, la próxima coronación del príncipe Felipe como Rey de España será un acontecimiento más cercano, más de mi propia historia y de mi España.
Y ruego para que sea un Rey distinto a sus tocayos Felipes, pues según mis notas nuestra decadencia como nación empezó con Felipe II y su armada invencible. Los sucesivos Felipes fueron desmembrando una nación donde en tiempos del Emperador y Rey de España Carlos I se decía que nunca se ponía el sol.
Espero que a partir de su reinado España levante el vuelo, tanto en lo económico como en la unidad, la libertad y el respeto a los valores y al buen gusto. El buen gusto por la convivencia y fraternidad, la justicia y la paz. Espero que se empiece a construir una España más solidaria, más humana y más llena de honradez y servicio por el bien de todos, empezando por los más necesitados y carente de lo más elemental. Y también, una España que mire más al mundo exterior y ofrezca sus brazos en bien de aquellos países que necesitan nuestra ayuda.
Desde estos más profundos sentimientos, ruego al Padre Dios para que en el Espíritu Santo asista al Rey y a la Reina por un reinado al servicio de España, de los españoles y del mundo.
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