LO QUE SE VIVE SE TRANSMITE

 Justicia - Verdad - Derecho

Transmitirás lo que vivas, y sentirás lo que transmites, porque cuando se siente en verdad, transmites en verdad, pero cuando te dejas arrastrar por la tentación de mentir o engañar, aún lográndolo, transmitirás mentira y desconfianza.

No valen medias tintas. Sí, errores, caidas y equivocaciones, pero esas te servirán para probarte y ser fiel a tus principios y a tu fe. Es el momento de la coherencia y de traslucir tu vida, tu única vida, porque si sale otra significa que hay dos, y si dos, una ha de ser falsa. Entonces provocarás dudas, desconfiazas, temores y desengaños. Lo transmitido llega difuso, confundido, sin hilo directo al corazón. No hay verdad clara y todo queda a oscura.

Pero si lo que llega, aún no tan limpio, pero de forma sincera, auténtica y veraz, la semilla se instala en el corazón y echa raíces. Porque el amor cuando es verdadero genera misericordia y se diluye en generosidad;  porque el amor cuando es veraz germina en frutos y da cosecha. Y eso se ve y se palpa.

Me produjo emoción, se me anudó la garganta al oír la historia de una joven abogada  que recibiendo un cheque de unos honorarios por las cotas de un juicio ganado, se percató de que ya había recibido sus emolumentos. El cliente nada sabía al respecto, pero la abogada no dudó ni por un momento, aún siendo tentada involuntariamente, en llamar al cliente y comunicarle la existencia de ese cheque.

Pensé, si nuestro políticos y gobernantes fueran así, ¡cuantas batallas, cuantas ganancias y soluciones se podrían dar a los múltiples problemas que acucian a nuestro pueblo! Mi emoción subió mucho más, por la Gracia de DIOS, cuando supe que esa joven abogada era mi hija. ¡Alabado y glorificado sea el SEÑOR!