En una ocasión alguien me dijo si conocía la calle la Gaviota, y mi sorpresa fue enorme, pues nunca había oído semejante nombre de calle, y menos en mi pueblo. Lo inmediato fue pensar que se trataba de un error y así se lo indiqué a la persona que me preguntaba. No obstante, mi sorpresa fue mayor cuando averigüe que dicha calle si existía y, además, muy cerca de dónde yo vivía y había pasado innumerables veces. La conclusión fue que observamos muy poco y podemos estar pasando por un lugar toda nuestra vida y no darnos cuenta de lo que hay en él.
Igual nos ocurre con los conceptos y sus significados. He pensado que cuando quiero una cosa trato de significar que la deseo, que la quiero conseguir para una misión específica, para darle una utilidad y para sacarle un beneficio. También, cuando digo, de forma impulsiva y espontánea: "a mí me gusta esto", quiero dar a entender que hacer, paladear, o utilizar esa cosa o acto en concreto me da placer y gusto. Y así lo entendemos, pero quizás no nos hemos percatado que su significado no tiene que ver nada con otro concepto,"AMOR", que, posiblemente sin darnos cuenta, mezclamos y confundimos.
También, referido a personas, puedo manifestar que quiero a una persona, pero ese término implica que la puedo querer para mis propios intereses: qué juegue en mi equipo; qué me saque de ciertos apuros; qué me de placer; qué me entretenga...etc. no por ello intrínsecamente significa que la amo, porque amar es algo mucho más profundo.
Cuando hablamos de amor debemos entender que no se trata de gustos, sino de entrega, de servicio, de responsabilidad contraída con una persona, no cosas u objetos. Amar es buscar el bien del otro y buscar la Verdad que nos libera de la esclavitud que nos enfrenta y nos somete. En el terreno del matrimonio, amar, aunque se despierta por la atracción física, intelectual, pensamientos y otras cosas que nos atraen, la decisión de juntarse para recorrer un proyecto común está apoyada en la responsabilidad de los cónyuges que se entregan y se comprometen y se prometen fidelidad y servicio. Por eso el matrimonio es para toda la vida.
El amor da sostenibilidad y durabilidad a la unión conyugal. También a la familia, a la convivencia, a la sociedad, porque busca su bien olvidándose de su propio bien. El amor es la solución a todos los problemas que el hombre tiene planteado, no sólo a nivel de familia, sino a nivel sociedad, pueblos y naciones. El amor está por encima del querer e intereses y su implicación nos deja abierto a la reconciliación, a la paz, a la justicia.
Y eso no nos viene dado del propio mundo. Eso es algo que nos viene de arriba, de la fuerza infinita del ESPÍRITU que nos sostiene y nos inunda de la Gracia del PADRE para que, siendo como ÉL, podamos vencer al mundo, porque los criterios de aquí abajo son del querer y no del amar. Para amar necesitamos la fuerza que nos da el injertarnos en JESÚS; por eso sin ÉL nada podemos hacer, y la prueba: la situación de nuestro mundo.
Debemos de despertar a nuestro vivir y meditar más por dónde vamos y pasamos, pues se nos puede ir nuestra vida pensando que lo que me gusta y quiero es amar sin darme cuenta que amar significar darse.
Igual nos ocurre con los conceptos y sus significados. He pensado que cuando quiero una cosa trato de significar que la deseo, que la quiero conseguir para una misión específica, para darle una utilidad y para sacarle un beneficio. También, cuando digo, de forma impulsiva y espontánea: "a mí me gusta esto", quiero dar a entender que hacer, paladear, o utilizar esa cosa o acto en concreto me da placer y gusto. Y así lo entendemos, pero quizás no nos hemos percatado que su significado no tiene que ver nada con otro concepto,"AMOR", que, posiblemente sin darnos cuenta, mezclamos y confundimos.
También, referido a personas, puedo manifestar que quiero a una persona, pero ese término implica que la puedo querer para mis propios intereses: qué juegue en mi equipo; qué me saque de ciertos apuros; qué me de placer; qué me entretenga...etc. no por ello intrínsecamente significa que la amo, porque amar es algo mucho más profundo.
Cuando hablamos de amor debemos entender que no se trata de gustos, sino de entrega, de servicio, de responsabilidad contraída con una persona, no cosas u objetos. Amar es buscar el bien del otro y buscar la Verdad que nos libera de la esclavitud que nos enfrenta y nos somete. En el terreno del matrimonio, amar, aunque se despierta por la atracción física, intelectual, pensamientos y otras cosas que nos atraen, la decisión de juntarse para recorrer un proyecto común está apoyada en la responsabilidad de los cónyuges que se entregan y se comprometen y se prometen fidelidad y servicio. Por eso el matrimonio es para toda la vida.
El amor da sostenibilidad y durabilidad a la unión conyugal. También a la familia, a la convivencia, a la sociedad, porque busca su bien olvidándose de su propio bien. El amor es la solución a todos los problemas que el hombre tiene planteado, no sólo a nivel de familia, sino a nivel sociedad, pueblos y naciones. El amor está por encima del querer e intereses y su implicación nos deja abierto a la reconciliación, a la paz, a la justicia.
Y eso no nos viene dado del propio mundo. Eso es algo que nos viene de arriba, de la fuerza infinita del ESPÍRITU que nos sostiene y nos inunda de la Gracia del PADRE para que, siendo como ÉL, podamos vencer al mundo, porque los criterios de aquí abajo son del querer y no del amar. Para amar necesitamos la fuerza que nos da el injertarnos en JESÚS; por eso sin ÉL nada podemos hacer, y la prueba: la situación de nuestro mundo.
Debemos de despertar a nuestro vivir y meditar más por dónde vamos y pasamos, pues se nos puede ir nuestra vida pensando que lo que me gusta y quiero es amar sin darme cuenta que amar significar darse.
Muchos se empeñan en buscar definiciones de amor. Y yo sólo encuentro una : DIOS. Cuando dice : "Que aunque una madre se olvide de su hijo ,El no lo hará"Pensemos por un instante lo que significa el amor de una madre. El máximo de los amores terrenales. El está or encima de esa entrega. El es nuestro modelo y en su Hijo lo reflejó. No hay más definiciones del amor si no parten de él. Las otras son frases fugaces acompañadas de sentimentalismos. Un saludo
ResponderEliminarEvidentemente, Ángel, DIOS es El Amor que debemos imitar, porque ÉL es el Amor en su grado máximo, por eso nos hizo semejantes a ÉL.
ResponderEliminarPero si no lo conocemos no podemos imitarle. Es nuestro deber intimar y acercarnos a ÉL para descubrirlo y mirarnos en ÉL. Así iremos experimentando el verdadero amor ayudado por su Gracia. Y nos daremos cuenta la diferencia que hay en amar y querer.
Inspirado post, me ha gustado mucho, me hizo recordar lo que un autor que me gusta mucho decía: Erich Fromm decía que el amor más que un sentimiento es un acto de voluntad.
ResponderEliminarQue todos lo entendamos algun día y lo llevemos a la práctica.
Saludos. Hilda
Hay deseos, apetencias y sentimientos que, queriéndolos, no son buenos ni nos conviene. Se confunden estas cosas con lo que realmente es el amor.
ResponderEliminarAmar es buscar lo mejor para el bien del otro, y lo mejor es lo que le ayuda a ser persona digna hija de DIOS.
Un fuerte abrazo en XTO.JESÚS.