Creo que con dos palabras se puede dejar sentado y rebatir toda la parafernalia, contrasentido y contradicciones que presentan los que defienden el aborto. Sólo se necesita ponerse en la piel de esa persona. O dicho de otra forma: ocupar su lugar. ¡Podía haber sido yo! Y tomar conciencia que cada día muchos padecen esa situación y fallecen. ¡Cuántos yo no pueden defenderse como lo haces tú en este vídeo!
Me parece que no hace falta ningún comentario; sólo ocupar su puesto y dejar que el corazón busque respuestas de verdad y justicia. ¿Quién puede determinar mi vida frente a la tuya? ¿Es qué no tiene el mismo valor? ¿Es qué si tengo defectos o imperfecciones no tengo derecho a nacer como tú? ¿Quien eres tú para decidir sobre mí? ¿Acaso eres mi creador? ¿Y si a ti no te hubiesen dejado nacer?; ¿Hubiese podido nacer yo?
Nada hay tan grande como el ayer, porque somos el ayer. Quien carece de un ayer, carece de identidad. Se hace necesario, ¡imprescindible!, saber de dónde uno procede: país, pueblo, ciudad, barrio, vecinos, antepasados, abuelos, padres, en resumen, nuestra vida, porque realmente somos nuestro ayer. Sin la pregunta de nuestro origen y nuestra trascendencia nada tiene sentido.
En la búsqueda de esa respuesta se esconde el sentido de nuestra vida y, según le demos orientación y camino, serán nuestras elecciones y determinaciones. Pensemos ahora que estamos haciendo y que soluciones estamos realizando. No olvidemos nuestro origen, pues hay quien siendo pastor se olvida de que lo fue y condena a los pastores.
SÍ A LA VIDA. DE TODAS MANERAS.
ResponderEliminarNo matarás dice uno de los mandamientos de DIOS.
Es impresionante pensar, aún por breves segundos, ponerse en el lugar de esa persona. Da escalofrios sólo el pensar que podia no haber nacido. Estuvo en manos de su madre por un tiempo. ¡DIOS mío, cada segundo se repite esta tragedia! ¡Cuantos no podrán decirlo ni defenderse! Un fuerte abrazo.
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