Es una frase que tiene mucha miga y merece dedicarle un buen tiempo para, viéndola de lejos, dar tiempo a clarificarla y darle sentido en el tiempo. Porque se trata de tiempo, y el tiempo nos ayuda a iluminar y poner criterios al sentido de nuestra vida.
¿Porque se trata de darle sentido a la vida? ¿Qué, sí no es importante? Muchas vidas se derrumba porque pierden su sentido y, perdido este, no se encuentran motivos para recorrerla en la verdad y la justicia. Hoy llamamos a eso "depresión", pero ayer también estaba, aunque permaneciera escondido en el alma del ser humano.
Cuando la elección del cónyuge se hace en base al físico, se empieza mal, porque no es el físico lo que permanece. La fidelidad debe estar apoyada en valores, valores de sacrificio, de verdad, de justicia y de amor. Amar es empeñarse en ser fiel a una persona con la que entregas tu vida para compartirla, más allá del físico, de la enfermedad, de la vejez...
No se entendería fuera de un hombre y una mujer, porque ese amor aspira a proyectarse, a continuar amándose en los hijos, frutos de ese amor, y estar abiertos a continuar la vida. Esto no se cumple fuera de ese proyecto y unión conyugal entre un hombre y una mujer.
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