Es una pregunta difícil de responder, no con las palabras sino con la vida. Porque es fácil decir que no, que nunca acaba, pero otra cosa es vivirlo hasta que la muerte nos separe. De todas formas, primero hay que admitir que cuando nace un proyecto amoroso, porque el amor conyugal es un proyecto de amor y, por tanto, de unidad, tienes, como en una empresa o cualquier otra actividad, cumplir con que pueda hacerse, quiera hacerse y saber hacerlo.
Debe empezar por saber que las apariencias engañan. No es lo físico lo que permanece, sino aquello, en este caso el amor que nos ocupa, que se apoya en los valores. Son esos valores los que darán la medida de la perseverancia, de la fidelidad y felicidad. Se necesita tener rectitud de intención, es decir, transparencia y verdad, lo que les exigimos a otros. De esa forma podemos superar nuestros egoísmos y abrirnos desde lo más profundo de nuestro corazón.
Sólo así podemos permanecer amando hoy menos que mañana, a pesar de atravesar torrentes de dificultades e ir envejeciendo y marchitándonos. Hablo desde mi propia experiencia. Llevo 42 años casados y experimento el deseo de empezar la misma historia de nuevo.
Un bello blog. Felicidades :-)
ResponderEliminarTe invito al mío, por si te ayuda en tu crecimiento personal.
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Un abrazo de luz.
Una persona que lleva 42 años casada, siempre dará consejos buenos a los que estamos aún en "luna de miel", y los tuyos lo son, enhorabuena por esos 42 años. El amor, casi siempre no es que se muera, si no que se deja morir, con esfuerzo, cariño, fidelidad, generosidad, sinceridad... el amor dura. Un abrazo
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