Es muy gratificante y esperanzador saber que hay personas íntegras y justas. Personas coherentes con sus principios y comprometidas con sus responsabilidades. Personas que viven lo que predican, al menos dan testimonio y pruebas de que lo que dicen se corresponde con lo que vive.
Sabemos que no todos son corruptos, pero también sabemos que la mayoría lo son, pues la corriente corrupta puede más que la pura y limpia, y la envuelve hasta arrojarla a las rocas de la costa para que allí mueran abrazadas por el ardiente calor solar.
Es de vergüenza contemplar impotente lo que ocurre en muchos lugares del panorama político nacional. Yo sólo hablo de mi lugar y, es lamentable decirlo, da vergüenza. Cuando los resultados electorales señalan el castigo a un partido, porque lo ha hecho mal, porque se equivoca, no ya por la cuestión económica solo, sino en la destrucción de la familia y la libertad de educar, otros, con los votos de los que han depositado la confianza en ellos, responden devolviendo a los defenestrados a los lugares de gobierno.
Es lamentable también analizar como lo que interesa es el aspecto económico y de poder, en detrimento de las virtudes y valores espirituales, porque mientras no fallen los primeros, éstos quedan en el olvido y todo seguiría igual. Seguramente de ir todo bien en el orden de empleo y económico, los gobiernos autonómicos y municipales seguirían igual. Nada importa la familia, el aborto, la libertad para educar, la fe y otras cuestiones.
Y se pretende ignorar, sin conseguirlo, que la base y fundamento de una sociedad radica en la sostenibilidad de la familia, la educación en las virtudes cristianas y en la libertad religiosa, porque son ellas las que buscan la verdad y el bien, y solo la verdad es la que nos hará libres. Dependiendo de como vaya esto, irá lo otro. Y el tiempo dará la razón a quien la tiene, y sólo la verdad será lo que prevalecerá.
De cualquier forma, quiero resaltar aquí hoy la figura de un político que merece todos los honores y respeto. Un ejemplo de que, "quien busca donde debe de buscar, gana todo lo que otros buscan por donde no deben buscar". En términos cristianos podríamos decir: "Quien muere a sí mismo ganará su vida, y quien la busca y la gana, al final la perderá".
Mejor leer este artículo sobre Don Julio Anguita, y darle las gracias, porque con hombre como él nuestro país sería mucho mejor.
Julio Anguita renunció por escrito a la paga de pensión máxima vitalicia a la que tenía derecho como ex-parlamentario, argumentando que “con la pensión que le correspondía como maestro tenía bastante".
Julio Anguita o ¿por qué no todos los políticos son iguales?
Lucas León Simón
Cuando José María Aznar y Felipe González nos dictan al común de los
ciudadanos una lección de indecoro e insolidaridad, cuando nos enteramos
que María Dolores de Cospedal gana al año 241.000 € con el cobro de
tres sueldos públicos y la Pajin otro tanto por el estilo, cuando
sabemos que el presidente de la Diputación de Castellón no tiene mas
remedio que declarar un patrimonio de 3,9 millones de euros cuando hace
cinco años NO declaraba ninguno, nos enteramos que, de manera totalmente
accidental, se ha sabido que hace siete años, Julio Anguita renunció
por escrito a la paga de pensión máxima vitalicia a la que tenía derecho
como ex parlamentario, argumentando que “con la pensión que le
correspondía como maestro tenía bastante”. Genio y figura.
Julio Anguita viene a demostrarnos que el dicho populista de “todos los políticos son iguales” no se verifica, al menos en su totalidad. Que hay distintas formas de ser y estar en la política, de entender los compromisos éticos y ejemplarizantes de un cargo público y que la erosión que afecta a nuestra moral pública tiene un freno. No todo es poder y
dinero. Tengo la fortuna de ser amigo personal y haber sido de un equipo
de gobierno de Julio. Conozco la sobriedad espartana de su espíritu. Sé
que en pocas personas se verifica una mayor consecuencia entre lo que
dice y piensa y su modo de vida. Nunca había acabado de entender por qué
considera un punto de felicidad dormir la siesta en verano sobre una
manta tendida en el suelo, ni por qué su mayor consideración del lujo y
del ocio es jugar una partida de dominó al atardecer, cuando está de
vacaciones. En esta dura mitología del capitalismo, Julio juega
contracorriente. Y su compromiso consigo mismo y con la sociedad, gana.
Julio Anguita hace suyo el lema de Ghandi de “vivir sencillamente, para que los demás puedan, sencillamente, vivir”. Y desde su antisimetría con el político al uso nos aporta soluciones a nuestros graves problemas con la ética y la estética del cargo público.
Maestro vocacional, traslada la pedagogía a cualquier escenario, y cuando la acción política diaria, quema y unta, Julio la quiere convertir en
lección a pequeña y gran escala.Los ideólogos y profetas de la modernidad, reunidos en torno a un gran medio informativo nacional, pensaron que lo invalidaban para la política cuando acuñaron aquello de “honrado pero desfasado”. Su huella llegó hasta el Parlamento en voz de algún replicante “moderno”. ¡Bendito desfasamiento!Es decir, exentos de las jactanciosas modernidades de los políticos pendientes de la dieta, la nómina y el futuro cargo en el Consejo de Administración de cualquier sucursal del Gran Capital, Julio Anguita, sin contárselo a nadie, y mucho menos a esos sistemas mediáticos que encumbran la vulgaridad y el populismoseguiran su ejemplo otros ?Esto
tambien lo hizo la cantante griega Nana Mouskouri que estuvo en politica, hasta llegó a ser la representante de Grecia en el Parlamento Europeo y viendo la situación que se avecinaba en su pais hizo lo mismo.
Que bien me cae este Anguita, últimamente leo y veo algunos discursos suyos y me identifico 100% con el, la putada es que cuando estaba Anguita yo no tenia interes en la politica y ahora con lo que conozco no creo en los politicos
Pocos actuan así, contados con una mano y sobran dedos...
Julio Anguita o ¿por qué no todos los políticos son iguales?
Lucas León Simón
Cuando José María Aznar y Felipe González nos dictan al común de los
ciudadanos una lección de indecoro e insolidaridad, cuando nos enteramos
que María Dolores de Cospedal gana al año 241.000 € con el cobro de
tres sueldos públicos y la Pajin otro tanto por el estilo, cuando
sabemos que el presidente de la Diputación de Castellón no tiene mas
remedio que declarar un patrimonio de 3,9 millones de euros cuando hace
cinco años NO declaraba ninguno, nos enteramos que, de manera totalmente
accidental, se ha sabido que hace siete años, Julio Anguita renunció
por escrito a la paga de pensión máxima vitalicia a la que tenía derecho
como ex parlamentario, argumentando que “con la pensión que le
correspondía como maestro tenía bastante”. Genio y figura.
Julio Anguita viene a demostrarnos que el dicho populista de “todos los políticos son iguales” no se verifica, al menos en su totalidad. Que hay distintas formas de ser y estar en la política, de entender los compromisos éticos y ejemplarizantes de un cargo público y que la erosión que afecta a nuestra moral pública tiene un freno. No todo es poder y
dinero. Tengo la fortuna de ser amigo personal y haber sido de un equipo
de gobierno de Julio. Conozco la sobriedad espartana de su espíritu. Sé
que en pocas personas se verifica una mayor consecuencia entre lo que
dice y piensa y su modo de vida. Nunca había acabado de entender por qué
considera un punto de felicidad dormir la siesta en verano sobre una
manta tendida en el suelo, ni por qué su mayor consideración del lujo y
del ocio es jugar una partida de dominó al atardecer, cuando está de
vacaciones. En esta dura mitología del capitalismo, Julio juega
contracorriente. Y su compromiso consigo mismo y con la sociedad, gana.
Julio Anguita hace suyo el lema de Ghandi de “vivir sencillamente, para que los demás puedan, sencillamente, vivir”. Y desde su antisimetría con el político al uso nos aporta soluciones a nuestros graves problemas con la ética y la estética del cargo público.
Maestro vocacional, traslada la pedagogía a cualquier escenario, y cuando la acción política diaria, quema y unta, Julio la quiere convertir en
lección a pequeña y gran escala.Los ideólogos y profetas de la modernidad, reunidos en torno a un gran medio informativo nacional, pensaron que lo invalidaban para la política cuando acuñaron aquello de “honrado pero desfasado”. Su huella llegó hasta el Parlamento en voz de algún replicante “moderno”. ¡Bendito desfasamiento!Es decir, exentos de las jactanciosas modernidades de los políticos pendientes de la dieta, la nómina y el futuro cargo en el Consejo de Administración de cualquier sucursal del Gran Capital, Julio Anguita, sin contárselo a nadie, y mucho menos a esos sistemas mediáticos que encumbran la vulgaridad y el populismoseguiran su ejemplo otros ?Esto
tambien lo hizo la cantante griega Nana Mouskouri que estuvo en politica, hasta llegó a ser la representante de Grecia en el Parlamento Europeo y viendo la situación que se avecinaba en su pais hizo lo mismo.
Que bien me cae este Anguita, últimamente leo y veo algunos discursos suyos y me identifico 100% con el, la putada es que cuando estaba Anguita yo no tenia interes en la politica y ahora con lo que conozco no creo en los politicos
Pocos actuan así, contados con una mano y sobran dedos...
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