Pararse un momento y contemplar a los animales te lleva a la conclusión que sus vidas están determinadas y todo está codificado y configurado. Podemos adelantarnos a imprimir lo que van a hacer, sus funciones y todos sus actos. Los animales están sometidos a unas leyes que cumplen rígidamente y hecho esto se sientan a ver pasar la vida. Nada anhelan ni pretenden, todo en ellos está previsto y predeterminado. Su vida es un círculo que no tiene ninguna salida. Cumplido este, todo esta terminado tal cual se ha previsto.
El hombre aún empezando de la misma forma, y presentando caminos que pueden confundirse y recorrerse de la misma forma, rompe el círculo y camina en espiral. Su vida es una espiral abierta que nunca queda configurada, se reinventa y se abre, cada vez más, en la medida que vuela y cubre etapas que va cumpliendo y consiguiendo. El hombre nunca se sacia; llegado a un punto que anhela y colma todo sus esfuerzos, reemprende, una vez satisfecho, otros caminos que le mueven a volar más alto.
El hombre siempre busca un ideal más alto, pues su meta no termina de saciarla aquí en las cosas que está a su alcance. Aspira a vuelos más altos y nunca descansará hasta encontrar el punto en la cumbre más alta de sus aspiraciones. Siempre se experimentará inquieto, desosegado, inconforme y se preguntará dónde está su lugar de descanso, de paz, de felicidad eterna.
En cierta ocasión, un agricultor coló un huevo de águila real en un nido de pata. La pata, desapercibida de tal intruso, empolló todos los huevos como si de ella se tratara. En el momento puntual se abrieron los huevos y nacieron los patitos. Nadie apercibió nada extraño en nadie, pues todo se consideró normal. Con el tiempo todos fueron creciendo y aunque alguno era diferente a los demás, nadie observó nada anormal.
Un día, el patito águila real elevó su mirada al cielo y observó un pájaro majestuoso y grande volando allá a lo alto, dónde el cielo azul se confundía con el horizonte y todo se veía de extraordinarios colores y de inigualable panorama. Sin sabe por qué, sintió deseos enormes de saltar y echarse a volar; algo interiormente le empujaba a hacerlo. Su madre, la señora pata, atenta a las observaciones de su hijo le consoló diciéndole: no te aflijas, pues tu eres un pato y eso no está hecho para nosotros.
En cierta ocasión, un agricultor coló un huevo de águila real en un nido de pata. La pata, desapercibida de tal intruso, empolló todos los huevos como si de ella se tratara. En el momento puntual se abrieron los huevos y nacieron los patitos. Nadie apercibió nada extraño en nadie, pues todo se consideró normal. Con el tiempo todos fueron creciendo y aunque alguno era diferente a los demás, nadie observó nada anormal.
Un día, el patito águila real elevó su mirada al cielo y observó un pájaro majestuoso y grande volando allá a lo alto, dónde el cielo azul se confundía con el horizonte y todo se veía de extraordinarios colores y de inigualable panorama. Sin sabe por qué, sintió deseos enormes de saltar y echarse a volar; algo interiormente le empujaba a hacerlo. Su madre, la señora pata, atenta a las observaciones de su hijo le consoló diciéndole: no te aflijas, pues tu eres un pato y eso no está hecho para nosotros.
¡Si hubiese sabido que podía hacerlo! ¡Si hubiese sabido que él era una majestuosa águila real y estaba llamada a surcar los cielos majestuosamente y cortar el aire con sus grandes alas! ¡Era un águila real, pero no lo sabía! Y ese desconocimiento la condenaba a vagar errante a ras de tierra, mirando sólo para abajo, sin levantar la mirada hacia el majestuoso cielo. Su ideal había sido cambiado erróneamente, y nadie le supo sacar de su error.
Nosotros, los hombres, estamos llamados a un gran Ideal; un Ideal que supera todas nuestras expectativas terrenas; que está por encima de todas nuestras metas terrenales y que nos lleva a volar en las alturas más impensadas y eternamente felices: "LA VIDA DE LA GRACIA", que es DIOS mismo que se nos da y nos hace participe de su propia Vida. Nos hace Dioses como ÉL y herederos de su Gloria en JESÚS, su HIJO. Y por su muerte y Resurrección quedamos redimido ante el PADRE y elevados a la categoría de hijos adoptivos y coherederos, con JESÚS, de su Gloria.
Podemos volar y ser como DIOS, sólo que no como a nosotros nos guste y nos de la gana, sino según el plan de salvación que DIOS ha pensado en su HIJO JESÚS. Y sólo en ÉL, con ÉL y por ÉL seremos y podremos volar tan alto como el águila real hasta llegar a la presencia del PADRE.
Nosotros, los hombres, estamos llamados a un gran Ideal; un Ideal que supera todas nuestras expectativas terrenas; que está por encima de todas nuestras metas terrenales y que nos lleva a volar en las alturas más impensadas y eternamente felices: "LA VIDA DE LA GRACIA", que es DIOS mismo que se nos da y nos hace participe de su propia Vida. Nos hace Dioses como ÉL y herederos de su Gloria en JESÚS, su HIJO. Y por su muerte y Resurrección quedamos redimido ante el PADRE y elevados a la categoría de hijos adoptivos y coherederos, con JESÚS, de su Gloria.
Podemos volar y ser como DIOS, sólo que no como a nosotros nos guste y nos de la gana, sino según el plan de salvación que DIOS ha pensado en su HIJO JESÚS. Y sólo en ÉL, con ÉL y por ÉL seremos y podremos volar tan alto como el águila real hasta llegar a la presencia del PADRE.
Como siempre muy interesante lo que nos explicas, dando paso a la reflexión y considerando muchas cosas de nuestra vida.
ResponderEliminarSiempre un placer visitarte, te dejo un relajante abrazo
Beatriz
Estimado Salvador: en primer lugar decirte que en mi blog respondí a tu fantástico comentario de hoy. Es encantador poder contar contigo.
ResponderEliminarRespecto a tu entrada de hoy comentarte que me ha encantado, como no puede ser de otra manera. Los animales actúan por instinto y su comportamiento siempre suele estar justificado por "algo" que viene predeterminado en su adn. Pero el hombre... siendo un animal racional como es, pienso que todavía tiene mucho que aprender de los animales, pues por su condición de "racional" no se explica cómo puede llegar a actuar de la manera que lo hace en algunos casos: pederastia, violaciones, madres que abandonan a sus hijos, etc...
Y estoy contigo en que hay que seguir creciendo, subir más alto, pues muchas personas, como el águila de la narración, no saben que pueden hacerlo, se conforman y viven sin aspiraciones.
Una frase que me gusta mucho dice así: "Nadie sabe de lo que es capaz hasta que lo intenta". ¡Qué gran verdad!
Un fuerte abrazo y bendiciones.
Una buena enseñanza y reflexión hay en tu escrito. Un verdadero gusto leerte. Saludos.
ResponderEliminarESTUPENDAS REFLEXIONES.
ResponderEliminarNos hacen pensar en la grandeza del ser humano, como también las bajezas en las que cae.
De todos modos, existen una Voluntad Superior que nos impulsa hacia las esferas más sublimes del espíritu humano, llegar a consolidarnos A IMAGEN Y SEMEJANZA...de Dios.
¡Un extraordinario misterio de la existencia humana!
Paz y bien.
seguro que nadie sabe de lo que es capaz hasta que lo intenta!!
ResponderEliminaraunque nos salga mal....siempre hay que hacerlo!!
muy reflexiva tu entrada, como siempre!!
besos,querido amigo
Es una alegría y satisfacción verme honrado por tu presencia, comentarios y visita.
ResponderEliminarSiempre me he preguntado que la vida es hermosa vivirla, cuidarla, disfrutar de todo lo que te brinda, pero si todo eso es simplemente un sueño que se termina, no tiene mucho sentido. Nos empujaría a ir deprisa, introducirnos en una vertiginosa carrera que nos haría perder el equilibrio y la alegría de vivir.
No digamos los que en ese devenir van sufriendo, y para ellos la vida es un camino de espina, de dolor... no tiene sentido.
Se nos hace necesario pararnos... se nos hace necesario preguntarnos... se nos hace imprescindible ver a qué puerto nos dirigimos... y sobre todo, se nos hace gozoso el saber que todo tiene solución, que estamos salvados, qué hay un final punto de partida para una vida plena y eternamente feliz.
Un fuerte abrazo.
Querida Rosa, gracias por tus comentarios cargados de sentido y profundidad. La vida es algo tan sustancioso que hay que saborearlo y entenderlo, y personas como tú tienen el don de exprimirlo y darlo en sustanciosos batidos que puedan ser paladeados y saboreados por los que no llegan a gustar a esa profundidad.
ResponderEliminarEs la parábola de los talentos y el don de la gratuidad. ¡Si supieras cuantas veces he observado a mi perro "Don Pelayo", ese es su nombre, y aprendido de su fidelidad, de su aceptación, de su alegría...! tengo una reflexión sobre eso: salvadormisvivenciaseinquietudes.blogspot.com/2008/08/don-pelayo.html
El gran Ideal del hombre es la Vida de la Gracia, DIOS mismo que se nos da, que nos hace participe de su Gloria, de su propia Vida. Ese es el vuelo del Aguila y al que estamos llamados y que siempre estaremos corriendo y subiendo hacia ÉL.
Un placer compartir contigo, ¡ah, y feliz camino de Santiago, porque a estas horas estarás ya en camino.
Un abrazo.
Encantado de recibirlo en mi humilde blog y agradecido por su comentario. Es un honor tenerle entre mis visitante y compartir con usted. Espero podamos enriquecernos de su extensa y buena poesia y de toda la sabiduría que encierran sus palabras.
ResponderEliminarUn abrazo.
Encantado ROSHBALAM de recibirlo en mi humilde blog, y agradecido por su estima y comentario. Bien dice que estamos llamados a descansar en DIOS, porque toda nuestra vida será un vagar hasta llegar a ÉL.
ResponderEliminarAhora, es diferente hacerlo desde la libertad y convencidos que ÉL es nuestro destino y nuestra felicidad, y otra muy distinta, darle la espalda y buscar la felicidad por nuestra cuenta. Es lo que desafortunademente está ocurriendo y los resultados nos lo demuestran.
Un abrazo en XTO.JESÚS.
Así es Adri, tú lo has dicho, siempre hay que intentarlo, porque estamos hecho para altos vuelo, y nuestro mayor vuelo es alcanzar la Vida de la Gracia, que nos ha sido donada, en JESÚS, su HIJO, gratuitamente y en ÉL la podemos alcanzar.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo en XTO.JESÚS.