Es evidente que el hombre necesita a la mujer para iniciar un diálogo integrador, y un diálogo que le ayude a madurar, a crecer, a encontrar respuesta entre el yo y el tú. El hombre será la pasión de la mujer, y la mujer la opción primordial del hombre. Nunca serán sustituidos, porque nunca un hombre podrá ocupar el lugar de una mujer. y viceversa.
En los tiempos que vivimos se quiere legitimar parejas del mismo sexo, y eso es ir contra la propia naturaleza de la vida. Porque nunca puede ser complemento de un hombre otro hombre, ni de una mujer otra mujer, a pesar de que hayan alteraciones e inclinaciones biológicas que les hagan sentirse contrario al sexo que la propia vida natural les ha dado.
Es posible que haya una lucha interna o un deseo alterado a su condición natural, pero eso no completa todas las diferencias que existen y que un hombre necesita de una mujer y viceversa. De la misma forma que se nace con alguna alteración física que limita las condiciones propias de la salud, también se nace con características que dificultad la relación normal del sexo, pero eso nunca complementa la relación natural de un hombre y una mujer.
Una familia exige una complementariedad y unos vínculos donde los hijos se puedan mirar y verse reflejados en los padres. Unos padres, que donde termina las obligaciones de uno, empieza las del otro, porque el uno representa la masculinidad con todas sus características, y la otra, la feminidad con sus características. No pueden ser sustituidos por medios hombre-mujeres o medios mujeres-hombres, porque eso rompe el equilibrio familiar y la creación natural.
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