La playa tiene el nombre de Famara, dado por el acantilado que la domina y cierra su caminar suave y cariñoso por su arena dorada que la cubre en casi su totalidad. Su longitud es de 4,95 km aproximadamente y su silencio majestuoso rompe con el trotar del oleaje que bañan sus arenas.
Es la playa para la práctica de todo tipo de deporte de vela, surf, y otros similares, por eso su pueblo "La Caleta de Famara" se ha poblado de tiendas y escuelas de surf. Todavía, aunque se empieza a ver los efectos de la invasión túristica, es de los pocos lugares que se conservan más natural, y se resiste a ser recubierta por el asfalto, aunque parte de su entorno ya está cubierta.
Es un remanso de paz, de buen clima que permite en los tiempos calurosos esconderse del calor y gozar de un aire fresco que, incluso al atardecer, te obliga a cubrirte un poco. Es en la temporada veraniega cuando alcanza su mayor indice de habitantes y su capacidad hotelera, apartamentos, se ve desbordada por la ingente cantidad de visitantes y veraneantes.
También, estos momentos, marcan el tiempo de más bullicio y desasosiego que trastoca el ritmo tranquilo y sosegado a lo largo de casi todo el año. Son días de vacaciones y de griterio estundiatil, de jóvenes que corren por la alfombrada arena, de enamorados que al remanso de las estrellas vespertinas encienden sus primeras llamas de amor, de amistades en las olas, en las aguas envueltas de arena y musgo.
De los juegos y cuentos al calor del grupo y la pared, acostados en la arena con el techo del cielo estrellado, sereno, fresco y silencioso. Son las charlas que nos traen recuerdos, que nos enseñan, que nos descubren nuestra camino silencioso hacia la madurez. Son los recuerdos que quedaran grabados a hierro y fuego en nuestros corazones y que siempre ocuparan un lugar importante en nuestro pensamiento.
Es la playa para la práctica de todo tipo de deporte de vela, surf, y otros similares, por eso su pueblo "La Caleta de Famara" se ha poblado de tiendas y escuelas de surf. Todavía, aunque se empieza a ver los efectos de la invasión túristica, es de los pocos lugares que se conservan más natural, y se resiste a ser recubierta por el asfalto, aunque parte de su entorno ya está cubierta.
Es un remanso de paz, de buen clima que permite en los tiempos calurosos esconderse del calor y gozar de un aire fresco que, incluso al atardecer, te obliga a cubrirte un poco. Es en la temporada veraniega cuando alcanza su mayor indice de habitantes y su capacidad hotelera, apartamentos, se ve desbordada por la ingente cantidad de visitantes y veraneantes.
También, estos momentos, marcan el tiempo de más bullicio y desasosiego que trastoca el ritmo tranquilo y sosegado a lo largo de casi todo el año. Son días de vacaciones y de griterio estundiatil, de jóvenes que corren por la alfombrada arena, de enamorados que al remanso de las estrellas vespertinas encienden sus primeras llamas de amor, de amistades en las olas, en las aguas envueltas de arena y musgo.
De los juegos y cuentos al calor del grupo y la pared, acostados en la arena con el techo del cielo estrellado, sereno, fresco y silencioso. Son las charlas que nos traen recuerdos, que nos enseñan, que nos descubren nuestra camino silencioso hacia la madurez. Son los recuerdos que quedaran grabados a hierro y fuego en nuestros corazones y que siempre ocuparan un lugar importante en nuestro pensamiento.
Por la gracia de Dios y con gran alegría les anunciamos que en el mes de setiembre se desarrollará en el Perú el Encuentro Internacional por la Verdad y la Vida, organizado por Vida Humana Internacional, la Red Latinoamericana de Sacerdotes y Seminaristas por la Vida y CEPROFARENA. Habrá eventos para jóvenes, público en general, así como sacerdotes y seminaristas.
ResponderEliminarYa tenemos las entradas a la venta, infórmense en el blog oficial del encuentro: www.porlaverdadylavida.blogspot.com