Con el tiempo y la observación vas dando forma a la idea de que el problema de nuestro país reside en la falta de liderazgo. Hay escasez de líderes que señalen el camino recto, que no tiene otra andadura que buscar la verdad y la justicia. Porque todo lo que no se inicie y camine por ahí chocará con la mentira, el fraude, la irresponsabilidad, el engaño, la ofensa, el despilfarro, el caos, el odio, la venganza, guerras y muertes.
Y todo parece ir en esa dirección. Una mirada serena, neutral, en actitud pacífica y bien intencionada nos describe la ruta mal señalizada, con baches y desperfectos que la hacen casi intransitable y con peligros de desprendimientos y descarrilamientos que producirán su cierre y abandono caótico. La falta de líderes que sepan liderar buscando el bien, la participación, el diálogo y la verdad, no sólo escasea, sino que no están presentes en el lugar donde se necesitan.
Es posible que no los haya, o no se hayan descubierto; es posible que estén, pero no se atrevan a dar el paso decisivo que el pueblo espera para ser asistido y sanado. Es posible que no lo sepan, o que no les den oportunidades los que obstruyen el paso y ponen barreras para satisfacer su hambre y sed ciegas y desviadas de la verdad y la justicia. Por una u otras causas no están, y esa responsabilidad les será reclamada en caso de que, conscientemente la hayan dejado dormir en la comodidad y bienestar con el esfuerzo de otros.
De cualquier forma, son momento de peligros e incertidumbre que debemos afrontar desde la oración, los creyentes, y el esfuerzo en el Espíritu Santo, para también ofrecer nuestro compromiso y lucha por asentar la verdadera Verdad, valga la redundancia, y la Justicia.
Estas elecciones están ya en manos de su propia inercia, pero las próximas, no las del posible 26 de junio de este mismo año, caso de no formarse hoy gobierno, sino las de las que tendrán lugar, espero, dentro de los próximos cuatro años, debemos estar muy atentos, porque seguramente tendremos la oportunidad de votar a un partido, VOX, con ideario católico al que todos los creyentes deberemos apoyar.
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