El fundador del Partido Comunista italiano, Antonio Gramsci (1891-1937), abrazó la fe católica justo antes de morir, según aseguró hoy el arzobispo Luigi de Magistris, penitenciario emérito del Vaticano.
Sin embargo, Beppe Vacca, presidente de la Fundación Gramsci y antiguo parlamentario comunista dijo que en los documentos que se tienen de las últimas horas del lider político no consta tal conversión al catolicismo.
"Gramsci murió con los sacramentos, volvió a la fe de su infancia", insistió De Magistris, de 82 años y paísano del fundador del Partido Comunista italiano, durante una rueda de prensa tras la presentación de un catálogo del Vaticano sobre imágenes sagradas.
Hace años que ya se había apuntado la posibilidad de que el lider de los comunistas italianos y perseguido por el facismo, se hubiera convertido a última hora a la religión católica.
"Mi paísano Gramsci tenía en su habitación la imagen de Santa Teresa el Niño Jesús. Durante su última enfermedad, las monjas de la clínica donde se estaba recuperando llevaban a los enfermos la imagen del Niño Jesús para que lo besaran", afirmó De Magistris.
Luigi De Magistris, una antiguo responsable de la Penitencia Apostólica encargada de asuntos de relacionados con las indulgencias, los perdones y los problemas de conciencia, explicó que Gramsci pidió expresamente a las monjas que le llevaran la imagen para besarla, cuando vio que a él no se la pasaban.
"El mundo de la hoz y el martillo prefirió silenciar los hechos", afirmó De Magistris. Gramsci permaneció encarcelado durante 11 años por un tribunal fascista en 1927 y pasó los dos últimos años de su vida en una clínica romana, aquejado de arteriosclerosis, hipertensión y gota. El presidente de la Republica italiana, Francesco Cossiga, afirmó este martes (251108) que si hay alguien que pueda saber de la conversión de Gramsci ése es De Magistris. EFE.
Ocurre que cuesta admitir esta actitud de cambio en una persona. Más, cuando tal actitud deriva en consecuencias negativas para los beneficios del partido y de sus miembros. Todo está en función del resultado y la persona importa poco. Se descubre el pastel y se comprueba que el interior no está tan relleno de suculentos sabores y aromáticos dulces como se presagiaba y quería. Ante tal frustración no hay sino una salida: rechazar la otra actitud; sólo importa la mía, la nuestra y lo demás fuera. Es la postura del totalitarismo y la imposición.
Algo así ha sido todo lo que ha ocurrido en la historia universal. Se impones mis verdades; se exigen mis ideas; y todo lo que no esté contenido ahí, se excluye y se mata si hace falta. Y no estamos lejo de ello, pues delante de nosotros se está matando: aborto, eutanasia, guerras, terrorismo...etc. Y lo que hizo perseguir a JESÚS de Nazaret fue el no admitir su Verdad. Y lo que hizo perseguir y martirizar a los primeros cristianos fue un tanto lo mismo y lo que hace perseguir, hoy, a la Iglesia, sus simbolos y libertad es porque fastidia la verdad que encierra su Mensaje.
Se permite y tolera a ciertos partidos - ANV - y sus dirigentes antes que un crucifijo en un colegio de Valladolid, que no sólo no molesta, sino que su mirada tranquiliza y da paz. Basta que un solo ciudadano diga que no, para que cien tenga que aceptar ese no. Sin embargo muchos ciudadanos piden libertad religiosa para educar a sus hijos, según lo promulga la Constitución, y no hay nada que objetar ni hacer. La historia, repito, se encarga de desvelar la verdad y la razón no se puede ocultar. Quien se precie de ser persona de gustar el bien no puede negar la evidente razón que los hechos demuestran. Y todo lo demás son demagogias y justificar lo injustificable.
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