Tu carga de viaje descubre tu vida, tus proyectos, tu forma de descansar y de vivir. Y es que todo tu entorno determina cómo te mueves y hasta tus pensamientos. Tus vestidos, tu estilo, tu forma de hablar y de hacer hablan de tus ideas y de tu fe.
La imagen no la dan tus pensamientos, sino que son tus pensamientos los que conforman tu imagen y tu camino. Así dependiendo de tu mudanza descubriremos qué buscas, como vives y hasta qué piensas. Porque lo que llevas contigo es tu vida y tu forma de vivir. De forma que, según te mudes y mudes tus plumas, tu vida irá conformada por ese viejo o nuevo plumaje.
Hay un plumaje muy característico que, revestido de él, nuestra vida puede brillar sin luz que la iguale. Los hay quienes lo han descubierto, y sus vidas han brillado y brillan intensamente sin luz mundana que la iguale. Es un equipaje ligero, sencillo, simple y muy humilde, capaz de estar disponible para cualquier mudanza, pero que exige renuncia y firmeza. Pero de una Luz tan intensa que nada en la tierra puede igualar.
Encontrar ese equipaje es cuestión de caminar firme y con fe. Hay una mujer que nos puede ayudar mucho a encontrarlo. Ella es modelo de mudanza sencilla, humilde y de fe. Su nombre es María.
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