En muchos momentos se hace necesario apartarse y retirarse del mundanal ruido. Desde mi juventud, como por intuición o instinto de defensa, cuando el horizonte se nubla, busco la luz en el silencio y la serenidad. Es, no bueno, sino indispensable y necesario apartarse cuando la confusión empieza a nacer dentro de ti. Mis años de vida me descubren caídas por no recurrir a esa aconsejada y buena terapia.
Y esa confusión, mezcla de afanes, éxitos, vanidades y ambiciones que buscas en el mundo, provoca el servicio a unos y el olvido de otro. Y grave, muy grave es cuando el olvido es de Dios. Porque sólo Él puede aclararte y acompañarte. Cuando tú crees que los demás te escuchan y son buenos compañeros de viaje, equivocas el camino, porque sólo Uno puede hacer el verdadero viaje contigo.
Sólo en la Luz puede encontrar tu luz. Esa luz que buscas donde abunde la felicidad, el gozo y la eternidad. Y eso, compañer@ de viaje, tú sabes muy bien donde se encuentra y te espera. De ti depende encontrarlo.
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