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domingo, 18 de noviembre de 2012

TODO BIEN SUPONE ESFUERZO

 Amar supone sacrificio y esfuerzo. Es negarse a uno mismo


 Cuando alguien quiere hacer algo bueno por otro tendrá que esforzarse y preocuparse para que ese bien en concreto se haga realidad. Está claro que todo acto bueno no se hace solo ni con los brazos cruzado. Necesita una dedicación, unos cuidados, preparación y trabajo.

Por eso se me ha ocurrido reflexionar sobre esto, porque el mal se esconde tras ese esfuerzo, pues para no enfrentarnos a él y esquivarlo, dejamos de hacerlo y causamos un mal. El mal existe porque nos resistimos al bien. Y nos resistimos al bien porque ello nos supone una responsabilidad y un esfuerzo que nos complica nuestra comodidad y nuestro tiempo.

Digamos que nuestro egoísmo se queja y se rebela contra nuestra generosa intención de hacer algo bueno. Se entabla una lucha, el mal contra el bien, y lo más fácil parte con ventaja porque nuestra limitada humanidad se siente inclinada a la pereza, a lo cómodo y a lo menos complicado. Caemos en la omisión y dejamos de hacer lo que pensamos que deberíamos haber hecho.

Nos traicionamos y nos justificamos al mismo tiempo haciéndonos ver que obramos bien porque la persona a la que destinábamos ese acto no se lo merecía. Acusamos para defendernos y tranquilizar nuestra conciencia, pero nunca lo logramos, porque dentro de nosotros se revuelve la verdad y la justicia. Y comprendemos que hemos obrado mal.

Al final concluimos que hacer el bien, es decir, amar, cuesta, y ese esfuerzo es el precio del amor. Sin embargo, cuando lo hacemos desde el corazón y nos empeñamos en el esfuerzo, pronto descubrimos que la carga se hace suave y llevadera. El amor nos invade y se apodera de nosotros y terminamos por convertir el esfuerzo en gozo y alegría. Por eso, el amor nunca es triste sino alegre.

2 comentarios:

  1. Yo creo que el mal no existe, Dios no creó el mal, es algo del hombre, pero el mal es la ausencia del Bien, ahí d´nde Dios y el Bién no estén, en las obras, en los pensamientos y en cada faceta del ser humano, la ausencia de Ellos será ocupada por el mal. El mal no existe, es la ausencia del Bien. Un abrazo

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  2. Sí, puede ser una forma de interpretarlo. En la medida que uno se aleja de Dios, Supremo Bien, puede entrar el mal.

    Sin embargo hay otras interpretaciones que determinan al mal como una inclinación del hombre en libertad como consecuencia de su naturaleza caida.

    Ayer hubo un gran coloquio sobre la existencia del mal en Intereconomía, programa "Lágrimas en la lluvia" y película de fondo "El tercer hombre". Hubo muchas interpretaciones.

    En mi opinión creo que Dios permite el mal, por eso nos hace libre, como un camino pedagógico que nos puede ayudar a ver nuestra pobreza y necesidad de salvación.

    Y también para demostrarnos lo que nos quiere y su Infinita Misericordia. Fue una de las opiniones que allí se dio y que coincido con ella.

    Supongo que en un supuesto mundo que todo fuese bueno no descubriríamos la necesidad de Dios. ¿Para qué nos hace falta si todo va bien?

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