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domingo, 1 de marzo de 2009

La pedagogía del desierto.


Hay muchas clases de desiertos. Desierto en la terminología bíblica es sinónimo de pérdida, de fatiga, de desorientación, de sacrificio, de obstáculo, de dureza, de búsqueda y de preparación para la lucha y la entrega, de camino cuesta arriba, contra corriente, sudoroso, y sobre todo, de encuentro con lo que se persigue y va a cambiar tu vida.

Para un atleta o deportista de élite, desierto significa esfuerzo, entrenamiento, competición y retos, dieta, cuidados físicos, renuncias, disciplina, y muchas cosas más. Y para cualquiera, el desierto representa la vida con sus avatares y contratiempos; con sus retos y dificultades; con la búsqueda insaciable del sustento, de la seguridad, del lugar ideal para encontrar la felicidad.

Sin embargo, creo que coincidiremos que el desierto es tan necesario como el aire para respirar; Tan necesario para crecer como el tiempo para que la fruta madure; tan vital y fundamental para encontrar el camino y la verdad.

Porque sin desierto caeríamos en la satisfacción, en la hartura, en el tedio, en la instalación, en lo cómodo, en el inmovilismo, en la exigencia de querer y desear todo hecho y regalado. Terminaríamos como los animales: "en un círculo cerrado, una vez hartos y cansados volveríamos a tumbarnos a descansar". Es el círculo que no se abre a nuevas esperanzas y anhelos. Es la pobreza del que no espera, sino se contenta con lo que tiene y en ello se enrolla y se queda. Es la esperanza de la desesperación.

En mis experiencias personales he experimentado que tras cada desierto: soberbia, arrogancia, egoísmo, prepotencias, he, tras pasarlo duramente, encontrado la humildad, la sencillez, la generosidad, la disponibilidad, la abajura...etc. En estos mismos momentos estoy saliendo de una experiencia soberbia; de un querer ver las cosas a mi manera; de no ponerme y comprender al otro; de luchar con sus mismas armas; de experimentarme pobre e igual que el que está enfrente y lucha con las mismas armas contra mí.

Es en estos momentos, cuando necesito abrirme para dejar entrar el Corazón del PADRE y trasplantado en mí, ver a los demás y las cosas como las ve ÉL. Es entonces cuando empiezo a tranquilizarme; es entonces cuando afloran las primeras sonrisas y cuando la paz me hace volver a la realidad de mis propios autoengaños, de mis propias autotraiciones; es cuando descubro que la felicidad no está en el tener y ser como yo quiero, sino en el ser y hacer como quiere mi PADRE DIOS.


Y hay dos motivos por los que el ESPÍRITU ha suscitado en mí esta humilde reflexión: a) la noticia de David Cameron ante la muerte de su hijo Iván, un niño de 6 años de edad con parálisis cerebral y un extraño tipo de epilepsia. Eso cambió radicalmente la vida del dirigente y modeló su planteamiento ideológico; b) mis sentimientos escondidos de egoísmos, soberbia, infantil ante la derrota de mi equipo de fútbol. Da vergüenza decirlo, pero es inútil y grave ocultarlo. Es grandioso el reconocerlo, porque eso implica el haber descubierto mi propio autoengaño que me hace ver la realidad distorsionada en un mundo irreal creado por mi ego infantil.



Y eso es muy común y se encuentra en toda persona que se precie de ser persona madura. La madurez se consigue retorciéndose, pudriéndose, muriendo para dar vida a otro nuevo ser, (conversión, desierto), naciendo de nuevo (bautismo) a una nueva vida. Y lo más grande que experimento es que recibo el ciento por uno, tal como está prometido. Ahora cuando termino de pasar por mi desierto de hoy me encuentro gozoso y feliz.

Allá queda el partido y sus tonterías, pues todo no es sino un juego y como tal debe tomarse. Y en el otro lado, está la lección de la familia Cameron, la actitud aprendida, la lección y el fruto de la vida de Iván, su hijo, que en tan poco tiempo enseño a su familia el camino verdadero. Sólo me queda, de nuevo, dar gracias a mi PADRE DIOS por toda la Gracia recibida y que comparto con ustedes rebozando de alegría.

12 comentarios:

  1. Para mi el desierto es desconectar de todo lo que nos rodea cada día (y me refiero a las cosas superfluas), para buscar silencio e intimidad con Dios, cosa bien difícil y no siempre por culpa de los demás, sino también mía, que cuando llega el momento, me cuesta desprenderme de tonterías.

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  2. Hola amigo, algunas veces debemos salir del desierto que nos da la vida (tentaciones y males) para abrirnos a la gracia de Dios y dejarnos cubrir por el Espíritu Santo, para así lograr una conversión perfecta, escuchando, viviendo y anunciando el Evangelio logrando cambiar la vida de otras personas por medio de Cristo, Jesús nuestro guía.

    Lamento lo de tu amigo, estas son pruebas que nos pone Dios, oro por su fortaleza y fe, seguro su hijo estará disfrutando de la gloria divina. Lamento lo de tu equipo, pero como tu muiy bien dices hay otras cosas más importantes, entre ellas las cosas divinas.

    Amigo, leí tu comentario y te digo que no soy muy experto en la meteria, te cuento que mi esposa Angélica del blog Las Rutas de Angélica te puede ayudar, yo le comenté y me dijo que con gusto te puede ayudar.

    Saludos hermano y gracias por la reflexión.

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  3. Hola eligelavida, yo tengo otra forma de entenderlo, pero también estoy de acuerdo que todas son válidas. Retirarme y apartarme lo veo más en sentido de meditación, de interioridad y de ordenarme, que también es desierto pra mí, pero, desierto, lo asemejo más a la lucha contra todo aquello que me impide encontrar la salida hacia DIOS (tentaciones, adversidades, sufrimientos, renuncias...)
    Desierto lo veo más como encrucijada y lugar donde nos solemos perder y si no encontramos la salida moriremos de sed y hambre. Eso lo comparo con la sed de buscar y encontrar a DIOS y el hambre de desearlo. Nuestro mundo nos presenta muchos desiertos donde nos perdemos y olvidamos de DIOS, en ese sentido, vamos hacia la muerte.
    Esta es la concepción de desierto sobre la que quería reflexionar. De todos modos, como dije al principio, también significa apartarse para buscar el encuentro.
    Un abrazo.

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  4. Así es, Luis, estamos necesitados de retirarnos, como dice eligelavida,para encontrarnos, y también necesitados de aceptar y darle sentido a todo aquello que la vida nos va deparando y presentado. Muchas veces por nuestros propios errores (pecados) y otras por nuestra propia historia y circunstancias que nos ha tocado vivir. Aceptar el plan de DIOS tal como ÉL quiere que lo hagamos. Ejemplo:JESUCRISTO.
    Gracias por tu ofrecimiento y el de tu señora. Creo que el problema es que la pantilla de dodim es hecha a medida y no de blogger. Veré como lo soluciono con la persona que me la ha hecho. Te consultaba esto por si pudiera ser otras las causas y fáciles de arreglar.
    Un abrazo.

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  5. Hermano, tu alegría es más auténtica aún porque las cosas que compartimos son auténticamente nuestras.
    Y hay momentos en la vida en que es preciso caerse bien al fondo, morir a todo lo malo... Es el camino que el Señor nos ha marcado para llegar a su Resurreción.
    Y su Gracia está siempre presente, aún cuando con nuestras traiciones le demos la espalda.
    Un gran abrazo en Cristo y María.
    Paz y Bien.
    Ricardo

    PD: si puedo dar una mano con De Dodim, pasale mi mail a la persona que la ha diseñado, creo saber que es lo que pasa.

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  6. Salvador antes que nada muchisimas gracias por dejarme tus palabras en mi blog, y en el blog de Marian.
    Coincido en cada unas de tus palabras con respecto a el poder de la oración, y por supuesto que orar no es solo pedir, mas bien es agradecer, porque aunque mal o bien, Dios nos ha regalado el poder existir en este mundo y aqui tenemos que buscar el camino que él quiere que hagamos.
    Como bien lo dice el Padre Nuestro...Hagase tu voluntad...Amén.
    Es un gusto haberte conocido y deseo con todo el corazón que estes bien y tengas una vida hermosa.
    Te mando un cariño enorme y seguire leyendote.

    Ahh....la cancion es de Rosana y es verdad es paisana tuya!!!!!

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  7. De eso hablo Ricardo, de morir en el desierto a lo acomodado, a lo establecido, a lo apetecido que me esclaviza, que me encadena y me aleja del Rostro del SEÑOR. Eso son los desiertos de nuestras vidas. Y el oasis es esa refrescante agua cristalina que me hace renacer a la vida de la Gracia.
    Un abrazo en CRISTO.

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  8. Gracias al SEÑOR que derrama su ESPÍRITU sobre nosotros y nos conforta e ilumina para que sigamos, llendo de la mano, por las senda, como María, hacia la Casa del PADRE.
    Ese es el sentido que debemos dar a nuestra oración, precisamente, para soportar nuestro camino por el desierto que nuestra vida nos va presentando, ora una pérdida de nuestro hijo, mañana otra prueba que nos convenga, pero también esperanza, alegría y vida. Elevo al PADRE mis oraciones para que el SEÑOR derrame su Gracia en concederles, tanto a ti como a Marian unos encantadores hijos.
    Un abrazo en CRISTO.

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  9. Me hiciste recordar la explicación que nos dio nuestro párroco en la misa del domingo.
    Es que hay que aprender del desierto y manejar a nuestras fieras interiores.
    Saludos cariñosos. Hilda

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  10. Dentro de nosotros, Hilda, se esconde un mal y también un bien; la libertad se nos ha dado para elegir el camino que queramos, y lo lógico es que queramos caminar por el camino del bien, pues nadie querrá el hacer el mal, sólo que nuestras fieras interiores, como tu dices, nos esclavizan que nos arrastran a hacer lo que no queremos hacer. Es lo que Pablo de Tarso decía: hago lo que no quiero y lo que quiero no lo hago.
    Todo eso descubre en nosotros la necesidad de la oración, la penitencia y el ayuno para, injertados en CRISTO, poder luchar en nuestro propio desierto.
    Un abrazo.

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  11. Vaya!!!!... Hilda no lo pudo resumir mejor.
    Opino como ella.
    Cariños.

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  12. Hola María Angélica, efectivamente, se trata de controlar nuestras fieras interiores.
    Tengo muy presente a Felipe y también a Emmita. Tenme al corriente de ellos, por favor.
    Un abrazo en CRISTO.

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