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martes, 13 de enero de 2009

Vientos y tempestades. Tomado del blog, que recomiendo, de Rick Blaine


Un escritor inglés, del siglo pasado, cuenta en una de sus obras que en la playa cerca de su casa, una cosa muy interesante podía ser vista con frecuencia:
Un navío lanzando su ancla en el mar enfurecido. Difícilmente existe una cosa más interesante o sugestiva que esa. El navío danza sobre las olas. Parece estar bajo el poder y a la merced de ellas. El viento y el agua se combinan para hacer del navío su juguete.

Parece que va a haber destrucción; pues si el casco del navío fuera lanzado sobre las rocas, será despedazado. Pero observamos que el navío mantiene su posición. Aunque a primera vista pareciese un juguetito desamparado a merced de los elementos, el navío no es vencido. Cuál es el secreto de la seguridad de este navío? ¿Cómo puede resistir las fuerzas de la naturaleza con tanta tranquilidad?

¡Existe seguridad para el navío en medio de la tempestad porque él está anclado! La cuerda a la cual él está amarrado no depende de las aguas, ni de cualquier otra cosa que fluctúe dentro de ellas. Ella las atraviesa y está fijada al fondo sólido del mar. No importa cuan fuerte el viento sople o cuan altas sean las olas del mar… Su seguridad depende del ancla que está inmóvil en el fondo del océano.

Muchas veces nos sentimos en el medio de una tormenta, siendo tirados por las olas de la vida para arriba y para abajo y azotados por el viento de la adversidad. Nos parece, algunas veces, que no conseguiremos sobrevivir a determinados períodos de nuestras vidas.

Sin una vida espiritual, nuestra vida es como un navío sacudido por el mar enfurecido por las circunstancias incontrolables de la vida. Mas, confiando en Dios, experimentamos su presencia y amor como el ancla de nuestra vida. Nos sentimos corajudos y esperanzados. Esa esperanza mantiene segura y firme nuestra vida, así como el ancla mantiene seguro el barco.

2 comentarios:

  1. hola salvador!!!!!

    nunca mejor dicho: la fé mueve montañas.......sin fé, es imposible seguir en momentos difíciles!!!
    siempre debemos confiar que nunca estamos solos......y que jamás nos dará una cruz mas pesada de la que podamos llevar.........

    un abrazo, nuevo amigo

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  2. Encantado de recibirte y recibir tus comentarios. Tus palabras acercan y provocan cercanías y amistad. Es enriquecedor oír ese cariñoso "nuevo amigo". Y es que CRISTO une enseguida a pesar de las distancias y no habernos visto nunca. Yo también te recibo con esa correspondencia y te digo: nueva y querida amiga en CRISTO. Todas las barreras se disipan y se derriten.
    Si pensamos un poco, es lo que hizo el SEÑOR con los de Emaús: se acercó a ellos, intimó y compartió con ellos su amor y su sabiduría. Al final salieron exultantes de regreso al encuentro con los demás.
    Demos gracias al SEÑOR por poner a nuestro alcances este medio que nos une y acerca junto a ÉL. Y que siempre sea así.
    Un fuerte abrazo en CRISTO, Adrisol.

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